Llevamos ya cinco días navegando por el mar de Barents, atosigando a las petroleras que aprovechan la temporada estival para desarrollar sus investigaciones buscando petróleo bajo estas aguas. La gigante rusa Rosneft ha contratado al barco de exploración sísmica Akademik Lazarev para buscar con cañonazos de sonido bolsas de petróleo en el lecho marino de esta frágil área. Preparan el lecho marino para buscar petróleo, para asentar las plataformas petrolíferas, para llegar más lejos y más profundo.
Cinco activistas de Greenpeace se han sumergido en las frías aguas de este mar frente al buque sísmico y hemos reclamado que ponga fin a sus peligrosos planes, mientras hemos desplegado una pancarta con la leyenda “Rosneft no mates el Ártico”.
Los pulsos acústicos no solo ejercen un impacto directo e inmediato sobre los oídos de las ballenas y delfines del Ártico sino que, además, preparan un mapa del “tesoro” para la loca fiebre del petróleo de estas empresas.
Estas compañías creen que pueden operar con la más absoluta discreción en estas aguas sin que nadie les moleste. Están equivocados. Nuestro barco, el Arctic Sunrise junto a tres millones de personas que nos apoyáis está en el Ártico para exponer y desafiar a esta compañía y a sus socios occidentales. Somos una tripulación de millones de personas que queremos salvar el Ártico.
Pilar Marcos (@PilarMarcos) responsable de la campaña de Ártico de Greenpeace
Puedes seguir la navegación del Arctic Sunrise
Únete al movimiento para salvar el Ártico y embárcate con nosotros.