Impresionante, ¿eh? Pues, sí, existen. Son grandes arrastreros pelágicos, que capturan especies de peces que se encuentran en la columna de agua. Su técnica pesquera es de película de ciencia ficción: estos grandes barcos factoría de más de 100 o incluso 200 metros de eslora, utilizan unas mangueras succionadoras, que como entenderéis no seleccionan mucho lo que aspiran, y no solo pescan sino que congelan y procesan ese pescado.

Estos barcos están aguas Africanas como Mauritania y Senegal, pero no solo eso sino que se mueven por todos los océanos gracias a las subvenciones europeas procedentes de la Política Pesquera Común (PPC), llegando hasta las aguas del Pacífico, en Chile y Perú donde están agotando los stocks del jurel.

Greenpeace quiere pesca y pescado, pero sostenible. Lo hemos dicho y hemos demostrado. El futuro está en la gestión sostenible de los recursos pesqueros y el apoyo a la pesca artesanal, aquí en España y en el resto del mundo. Y seguiremos luchando por ello.

Pero también seguiremos denunciando las prácticas pesqueras insostenibles, de la nacionalidad que sean, porque aunque España tiene una nefasta gestión pesquera, otros países no se quedan cortos. Ayer, activistas de Greenpeace impidieron que uno de los buques pesqueros más grandes de Europa, el Theadora Maartje, abandonase el puerto de Ijmuiden (Holanda). Los activistas han bloqueado los 140 metros de longitud barco arrastrero holandés pero con bandera alemana, para que deje de esquilmar los océanos y evitar así su partida a aguas africanas.

La Política Pesquera Común ha permitido una mala gestión de los océanos, aquí en Europa y en los confines de los océanos. Como resultado, el 75% de las poblaciones comerciales de peces en aguas comunitarias están sobreexplotadas. Barcos como el  Theadora Maartje pescan y procesan 200 toneladas de pescado cada día y  navegando  durante semanas. Las subvenciones de las anteriores políticas pesqueras, pagadas a través de los impuestos de todos los ciudadanos europeos, han servido durante años para aumentar la capacidad de la flota que ha esquilmado los océanos. Este es un claro ejemplo de la falta de correspondencia entre la cantidad de grades buques europeos faenando y la escasez y crisis que sufre el recurso.

Los gobiernos europeos y países como Holanda, Alemania y Reino Unido  deben ajustar sus políticas pesqueras y reducir la flota pesquera. Eso, si el resto de los países europeos deben hacer lo mismo. Y ya que hay una nueva reforma y una oportunidad para el cambio en el futuro de los océanos, porque no apoyar la pesca sostenible.

Celia Ojeda (@Celia_Ojeda), responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.