Quedan pocas semanas para la Cumbre de la Tierra en Río, 20 años después de la primera. Aunque ha comenzado la cuenta atrás, los políticos todavía no entienden que nuestro futuro a largo plazo está en juego.

Los océanos son las zonas menos protegidas del planeta. No cabe duda que sus ecosistemas regulan el clima, proporcionan alimentos y empleo para miles de millones de personas y, no menos importante, nos proporcionan la mitad del oxígeno que respiramos. Pero seguimos maltratando nuestros mares debido a la sobrepesca, la contaminación, el desarrollo urbanístico costero, la minería, el cambio climático y la adificación del océano. Los avances tecnológicos hacen que las flotas pesqueras tengan acceso a los caladeros que en el pasado eran o demasiado profundos o demasiado peligrosos y las nuevas tecnologías extractivas, poco a poco, van llegando a lechos vírgenes como sectores del Pacífico y el Índico.

La falta de voluntad política para aplicar los acuerdos internacionales de protección ambiental, así como las enormes lagunas y vacíos en las legislaciones existentes impiden que los océanos estén protegidos. Para aumentar la conciencia sobre estos agujeros negros en la gestión de los océanos y la importancia de la acción en Río Greenpeace ha elaborado una serie de estudios de caso que muestran cómo los océanos del mundo, desde el Ártico hasta la Antártida, se están comprometiendo, es nuestro Plan de Rescate de los Océanos.

No cabe duda que si queremos sobrevivir, necesitamos océanos sanos. Las políticas basadas en el negocio no son la solución y los líderes mundiales no deben desaprovechar la oportunidad, que ofrece la Cumbre de Río, para establecer las mejores herramientas que restauren mucho de lo perdido.

¿Cómo se puede lograr?
En una reunión como la Cumbre de la Tierra donde asisten delegaciones de alto perfil político, nunca mejor dicho, “los que cortan el bacalao”, se debe acordar acelerar las negociaciones formales para establecer un Plan de Rescate de los Océanos. Ese Plan debe comenzar con una luz verde para que se impulse un acuerdo en el marco del Convenio de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar (UNCLOS), la madre de todas las convenciones de protección de los océanos, que proteja las aguas internacionales, las aguas que no son de nadie y son de todos. Este acuerdo garantizaría que los recursos oceánicos se utilizan de forma sostenible, los beneficios derivados de su uso se distribuyan de manera justa, y que los gobiernos pueden actuar sobre sus históricos compromisos para crear una red global de reservas marinas.

La mayoría de los países, entre ellos la Unión Europea y casi todos los países en desarrollo, incluidos Brasil, Argentina, Sudáfrica y la India, con la notable excepción de Venezuela, apoya el inicio de negociaciones formales sobre la mejor manera de proteger la vida marina en aguas internacionales. Sin embargo, un puñado de países, Estados Unidos, Rusia, Canadá, Japón, Noruega e Islandia están bloqueando el progreso, preocupados de que como el acuerdo dinamitaría  sus intereses industriales grandes, por ejemplo para extraer petróleo o para gestionar patentes farmacológicas.

¿Qué puedo hacer yo?
La Unión Europea ha seguido desempeñando un papel muy positivo, sin duda alentado por los muchos mensajes de apoyo que se han enviado desde todas las oficinas Europeas de Greenpeace, y es importante que en esta última etapa se continuemos insistiendo, y presionando. A pesar de la llegada masiva de correos de simpatizantes de Greenpeace que solicitan a EEUU que no sigan bloqueando el proceso, Washington se niega obstinadamente a apoyar el inicio de las negociaciones, protegiendo a sus intereses industriales y pesqueros.

En estas últimas semanas, antes de las cruciales negociaciones que están decidiendo el destino de nuestro planeta, desde Greenpeace instamos a los gobiernos a trabajar juntos y asegurar que en Río se impulse la protección de aguas internacionales para tí, para nosotros y para las generaciones futuras. Suma tu voz al movimiento por una red mundial de reservas marinas.

Pilar Marcos (@PilarMarcos), responsable de la campaña de Costas de Greenpeace
Imagen:
© Greenpeace / Marcio Pena

- Suma tu voz al movimiento por una red mundial de reservas marinas.