Han pasado tres semanas desde que se produjo la explosión de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en aguas del Golfo de México, frente a las costas de Luisiana (EEUU). Dos días después empezaba el vertido de miles de toneladas de crudo al mar y aún la compañía no ha podido detenerlo. La catástrofe está servida y supera ya al vertido del Exxon Valdez en el año 1989 en Alaska.

A pesar de los últimos esfuerzos de BP, la compañía propietaria del pozo, para tapar una de las fugas situadas a 1.525 metros de profundidad no se ha logrado detener la salida de crudo al mar. Mientras tanto, tanto BP como las autoridades norteamericanas, están empleando millones de litros de dispersantes “químicos” que disgregan las manchas de petróleo y las hunden en el mar. Una forma más de contaminar las aguas del Golfo y esconder el crudo en las profundidades marinas evitando así el impacto visual y mediático que tendría si la mancha tocara tierra.

A pesar de estos esfuerzos, Greenpeace detectó el pasado lunes rastros de petróleo en Port Eads, en el extremo sur de Luisiana y ha tomado muestras del vertido. Parece que el crudo, además, puede alcanzar en breve la desembocadura del Mississippi, lo que supondría una tragedia ecológica y económica pues los pescadores de la zona verían afectada su actividad.

El petróleo aparece en forma de glóbulos dispersos por las playas y en las zonas húmedas costeras se ven ya manchas de aceite. Nuestro equipo de expertos desplazado a la zona está teniendo serios problemas para acercarse a las zonas potencialmente sensibles y están siendo invitados a salir del perímetro donde BP y las autoridades recogen ya petróleo.

Pero la auténtica tragedia es que parece que tampoco con este accidente vamos a aprender la lección. Desde que explotó la plataforma petrolífera de BP la Administración Obama ha concedido 27 nuevas autorizaciones de nuevas prospecciones. Renunció a los estudios de impacto ambiental en 26 de ellas (2 de BP), que en su solicitud incluían el argumento de que era virtualmente imposible que se produjese un accidente de las características del que hoy estamos presenciando.

Campaña de contaminación de Greenpeace España

- Noticia: Expertos de Greenpeace encuentran los primeros restos de petróleo en la costa de Luisiana