Mientras las ballenas continúan con su migración hacia el confín sur del Planeta, la Antártida, la flota ballenera japonesa ha emprendido ya una nueva campaña de caza: 935 rorcuales aliblancos, 50 rorcuales comunes, en peligro de extinción, y 50 yubartas o ballenas jorobadas, también amenazadas.
A través de la página de Greenpeace se puede seguir desde el mes de octubre el viaje de 20 yubartas que, tras reproducirse en las aguas que rodean a las Islas Cook y Nueva Caledonia en el Pacífico, migran en busca del verano antártico para poder alimentarse.
Además, desde Greenpeace hemos solicitado a todas las personas interesadas en la conservación de las ballenas que pongan nombre a una de estas ballenas. El concurso para elegir nombre dura hasta el próximo 30 de noviembre y, de momento, el intraducible “Mr. Splashy Pants” (un juego de palabras con “Mr. Smarty Pants” que viene a significar “listillo”) gana con una increíble ventaja, pero hay muchos más: Amal (“esperanza” en árabe), Aurora, Bumi (“tierra” en malayo), Kaimana (“divina fuerza del océano” en polinesio), Kigai (“espíritu fuerte en japonés), Paikea (“yubarta” en maorí), Paz, Sedna (diosa esquimal de los océanos)... que animan a cualquiera a disfrutar de la riqueza lingüística de nuestro planeta y a votar por un nombre y por la supervivencia de los mayores mamíferos de un planeta que, aunque se llame Tierra, está formado en un 75% por mares y océanos.
Maria José Caballero, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.