El pasado jueves asistí en la Casa de América de Madrid a una de las conferencias más interesantes de los últimos meses. Juan Pablo Orrego de la organización chilena 'Ecosistemas', y Juan Antonio Sacaluga, director de 'En Portada' de TVE, expusieron de manera magistral los peligros que se abaten sobre la "región patagónica de Aysén" a causa del proyecto de "Endesa" de construir cinco mega-presas hidroeléctricas en la región.
Aysén había apostado por un modelo sostenible de desarrollo, que llamaron 'Aysén Reserva de vida', pero ahora todo puede irse al traste de materializarse el proyecto llamado HidroAysén. A las represas hay que sumar la construcción de una línea eléctrica de más de 2.200 kilómetros que "atravesaría el país de sur a norte".
Entretanto, los "medios de comunicación" tratan con amplia cobertura las riñas entre los accionistas mayoritarios de Endesa -Acciona y Enel-, aunque no parece interesarles demasiado la nube que se cierne sobre la Patagonia chilena.
En otro lugar de la Patagonia el "Perito Moreno" se rompe en pleno invierno, algo realmente inusual y que llama la atención nuevamente. No en vano, en Patagonia se encuentra una de las mayores reservas de agua dulce del Planeta.
Pienso que la importancia de esta región para la Tierra es tan grande, que debiera considerarse un "Patrimonio de la Humanidad" y quedar a salvo de las agresiones que sobre ella se ciernen -en la medida de lo posible, ya que nada se escapa ya al impacto del cambio climático-.
Buen ejemplo daría Endesa si, con o sin los italianos de Enel, rompe definitivamente la baraja y no lleva adelante el megaproyecto patagónico.
Experiencia más que de sobra tienen sus técnicos para desarrollar un Plan Energético alternativo para Chile basado en el enorme potencial de sus fuentes renovables.
Juan López de Uralde, director de Greenpeace
Campaña en favor de la Patagonia