Leo que la Diputación vizcaína anuncia la construcción de un nuevo museo Guggenheim. Se trata de una ampliación del museo bilbaíno que, al parecer, se ha quedado pequeño. Hasta aquí todo bien. Sin embargo, y a falta de otros espacios, anuncian que la construcción se ubicará nada menos que... ¡en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai!

La Reserva de Urdaibai es uno de los lugares más interesantes desde el punto de vista ambiental del País Vasco. Ubicada en la ría de Mundaka y su entorno, alberga una gran cantidad de hábitats en buen estado de conservación. Es de especial interés para las aves, al ser lugar de paso, invernada y cría de numerosas especies. He recorrido a pie en varias ocasiones la reserva, desde Gernika, para terminar en la impresionante duna de la playa de Laida o en el pueblo de Mundaka, tan amado por los surferos por su famosa ola.

Uno se pregunta si no hay otro sitio en todo el País Vasco para ubicar esta infraestructura cultural. Urdaibai ha sido habitado desde la prehistoria, y hay buenos vestigios de ello, como las cuevas de Santimamiñe. Sin embargo, en la medida que la sociedad va cambiando, y van siendo más escasos los espacios en buen estado de conservación, también es de esperar que cambien las prioridades de los que finalmente pueden tomar decisiones como ésta. Una Reserva de la biosfera debe preservarse como un tesoro de la Naturaleza, y no para albergar infraestructuras, aunque sean de tipo cultural.

De la misma manera hace ya meses que en este blog me refería al enorme valor del Soto de Garray, en Soria. Como si en aquella provincia no hubiera otro espacio para albergar una macrourbanización que, paradójicamente, han llamado Ciudad del Medio Ambiente. Ahora a las voces de los ecologistas se ha unido la de las universidades preocupadas por el "cerco urbanístico" a Numancia, y su patrimonio cultural.

De verdad... ¿no hay otro sitio?

Juan López de Uralde, director de Greenpeace