En Greenpeace Navarra llevamos un par de años en contacto con la plataforma YESA + NO, que lucha desde hace años contra el recrecimiento del pantano de Yesa. Y no es para menos, ya que Sangüesa se encuentra a tan solo 20 minutos de la ola que inundaría gran parte del pueblo en caso de rotura. Y el peligro es real.

Por una parte Yesa se encuentra en una zona geológicamente inestable por sismicidad. Por otra la presa está construida en un tipo de roca llamada flysch en la cerrada de la presa. Es un tipo de roca resbaladiza que también aporta inestabilidad a la presa. El propio ingeniero que la construyó, Rene Petit, reconocía que la ladera derecha de la presa le causaba preocupación y bajo ningún concepto veía factible un recrecimiento de la misma.

Los sucesivos derrumbes de las laderas han ido corroborando esta preocupación. Y las obras del recrecimiento han agravado este problema, por lo que finalmente van a tener que realizarse (al menos en parte) para dar estabilidad a las laderas y a la propia presa. El peligro en la presa de Yesa es más real que nunca.


La plataforma presentó el problema de Yesa al Parlamento de Navarra, donde científicos de prestigio argumentaron tanto los peligros de Yesa como las posibles alternativas. Todos los grupos políticos les apoyaron, pero la decisión la tiene el Gobierno central, así que llegó el momento de ir a la capital. Varios autobuses salieron del norte haciendo un largo viaje en el que contactamos con muchos colectivos, desde ecologistas hasta grupos universitarios, representantes políticos y personas particulares.

En Madrid, frente a la puerta del Congreso de los Diputados, el pasado sábado 2 de abril varios políticos y asociaciones ecologistas, entre ellas Greenpeace, apoyaron el manifiesto. Porque, como el lema de la concentración, la cuestión del recrecimiento de Yesa no debe durar “ni una legislatura más”. Lucharemos para que así sea.