En estos días, una vez más regreso a mi tierra a a bordo del barco Esperanza para pedir a nuestros políticos que sean más responsables con el cambio climático y, sobre todo, para que apuesten por las energías renovables. Desgraciadamente nuestra querida Galicia es ya una de las regiones de España más afectadas por las devastadoras políticas que dan la espalda a la evidencia del cambio climático, y es ahora más que nunca cuando hace falta tomar cartas en el asunto para revertir esta situación.

Durante estos días he podido observar cómo un gran número de personas se han acercado a conocer el Esperanza; han hablado con su tripulación y han apoyado nuestra campaña. Nuestras voluntarias y voluntarios han hecho un gran esfuerzo por hacer llegar nuestro mensaje a el pueblo coruñés y a toda Galicia. Muchas han sido las personas que han pedido conocer más de Greenpeace y apoyar nuestro trabajo, lo que nos enorgullece demuestra que tenemos que seguir trabajando para hacer de este planeta un lugar mucho mejor.

Ser capitán de un barco en Greenpeace te lleva a recorrer muchos lugares y conocer agresiones al medio ambiente en los rincones más recónditos del mundo, pero el cambio climático es algo global, que afectará de una u otra forma al conjunto del planeta. Como gallego, capitán y activista del barco de Greenpeace Esperanza, es para mí un privilegio representar a nuestras socias y socios a y todas las personas que con sus voces piden que se respete la maravillosa naturaleza de nuestra tierra y nuestro planeta.

Gracias a todos y todas,

Fernando Romo, capitán del Esperanza