Hoy el mundo se pinta de naranja y se moviliza para poner fin a la violencia más extendida del mundo: la violencia de género. Naciones Unidas ha lanzado la campaña ÚNETE para poner fin a la violencia contra la Mujer que invita a “pintar el mundo de naranja”, usando así el color elegido como símbolo de un futuro en Paz. 16 días de activismo contra la violencia de género.
Naranja, activismo, paz. Son algunas de las señas de identidad de Greenpeace, por eso nos unimos con una imagen de 16 activistas, para manifestar nuestro más rotundo rechazo a la violencia contra las mujeres y niñas. Los monos naranjas nos identifican en nuestras acciones, como personas que demandamos, de forma pacífica, un mundo más verde y en Paz.
La violencia física o sexual es un problema de salud pública que afecta a más de un tercio de todas las mujeres a nivel mundial, y en muchos países, la violencia tiene una vinculación clara con los problemas ambientales. De hecho la propia ONU alerta que la violencia contra las mujeres y niñas llega a afectar al 70% de población femenina en países en conflicto y asolados por desastres naturales.
El control de recursos naturales en algunos países, como la R.D. Congo, supone una violación flagrante de los derechos humanos. La violencia sexual se utiliza contra mujeres y niñas como arma de guerra siendo violadas y asesinadas en lo que se considera ya un feminicidio. Se reporta un promedio de 36 mujeres y niñas violadas cada día.
Las consecuencias de desastres naturales generan un incremento de violencia con especial vulnerabilidad para mujeres y niñas. Por ejemplo, Unicef denuncia que tras el terremoto de Haití, se ha agravado de la violencia por razón de género en los campamentos de las personas desplazadas, donde muchas mujeres y niñas son explotadas sexualmente por quienes tienen que protegerlas. Y si hablamos de personas desplazadas por el clima, el 80% son mujeres.
También los conflictos armados suponen millones de personas desplazadas, y en ese drama, la violencia sexual constituye uno de los riesgos más alarmantes de las mujeres en todas las fases del desplazamiento forzado.
El número de personas desplazadas en el mundo ha alcanzado ya la cifra récord de 60 millones, según ACNUR. En uno de los éxodos más recientes, desde Siria, un 70% son mujeres y niños.
Hoy nos vestimos de naranja, como activistas, para pacíficamente decir NO a la violencia contra las mujeres y niñas. #ContralaViolenciadeGénero #NiUnaMás #Orangetheworld
Mónica Parrilla, Marta González, Gema Cuevas y Ana Arias, equipo de género de Greenpeace.