En diciembre de 2013, el gigante energético ruso Gazprom comenzaba a extraer petróleo de su plataforma Prirazlomnaya en el mar de Pechora, convirtiéndose en la primera compañía que de forma permanente va a comercializar con las aguas heladas del Ártico. La primera empresa en abrir la veda del petróleo en la última frontera del planeta.
Y hoy, de nuevo Greenpeace, quiere sacar tarjeta roja a Gazprom porque esta es la historia negra de un patrocinador de un deporte magnífico que hoy celebra su gran fiesta europea.
La historia del fútbol debería ser la historia de grandes deportistas como el que hoy jugará su último partido vistiendo la camiseta del Barça, Xavi Hernandez. El fútbol es un deporte que une a personas de todo el mundo con un objetivo limpio y lícito. Y el fútbol no se merece un sucio patrocinador como Gazprom. La UEFA debe asumir la responsabilidad de la elección de sus patrocinadores. Gazprom ha patrocinado la Liga de Campeones y otros eventos deportivos en toda Europa desde el verano de 2012. De este modo, la compañía persigue proyectar una imagen positiva de su negocio de energía sucia.
En este mismo momento, los activistas de Greenpeace protestan en el Estadio Olímpico de Berlín contra la extracción de petróleo en el océano Ártico por Gazprom, el patrocinador de la UEFA Champions League en Berlín. Escaladores han desplegado una pancarta de 8 x 6 metros en fuera del estadio que reza “Gazprom: No Arctic Oil!“ Si ocurriese un derrame de petróleo en alta mar, el vertido no podría limpiarse, por tanto Gazprom está poniendo en riesgo el frágil Ártico.
Queremos fútbol limpio. En todos los sentidos. Queremos más Xavis en el fútbol y menos Gazprom. Es el momento de pedir a la UEFA que diga no a la destrucción del Ártico.
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