Los cables secretos de la Embajada de Estados Unidos filtrados por Wikileaks, y publicados el 22 de diciembre por El Pais demuestran que los Gobiernos de Estados Unidos y de España tienen mucho miedo a un eventual ataque terrorista a una central nuclear.

Según esos cables de la embajada: "el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español realizó un informe en 2006 en el que indicó que el golpe más devastador que los yihadistas podrían asestar a España sería atacar una de las centrales nucleares". Es lógico.

Un accidente nuclear es de las peores cosas que puede pasar, y la catástrofe nuclear de Chernobyl nos lo demostró de forma muy clara. Da igual que sea por un fallo interno de seguridad en la propia central nuclear, como si éste se produce a causa de un ataque exterior por un grupo terrorista. Esta última posibilidad no es baladí (como demuestra la preocupación al respecto de los gobiernos) y, por muchos alambres de espino que pongan en el perímetro de las centrales y en los tejados de los edificios o cámaras para ver los bajos de los coches, sería muy difícil evitar un ataque perpetrado por un comando terrorista suicida.

Ninguna central nuclear sería capaz de resistir un impacto de un avión de pasajeros cargado de combustible, como aquellos que impactaron en las Torres Gemelas de Nueva York en 2001.

En fin, a todos nos da miedo. La energía nuclear es peligrosa se mire por donde se la mire. ¿Qué necesidad tenemos de mantener las centrales nucleares en nuestro sistema eléctrico cuando las energías renovables pueden satisfacer el 100% de nuestra demanda de electricidad? En 2009, el 27% de la electricidad consumida en España procedió de las renovables, frente al 19% de la nuclear. En lo que va de año 2010, las renovables han supuesto más del 36% del total. La energía nuclear es prescindible.

El transporte de contenedores de combustible nuclear gastado desde las centrales nucleares a un cementerio nuclear centralizado (ATC) sería otro potencial objetivo de los terroristas. En un informe de 2005 de Greenpeace Internacional sobre riesgos nucleares ya se alertaba del riesgo de que terroristas pudieran usar explosivos de gran potencia contra los contenedores, pero el informe publicado recientemente por Greenpeace Alemania de un ataque terrorista contra una central nuclear con los misiles Kornet anti-tanque/anti bunker es realmente preocupante.

Según estos análisis un misil Kornet podría penetrar en un contenedor de combustible nuclear gastado y hacerlo explotar desde su interior. Los terroristas podrían ser capaces de hacer estallar un contenedor con combustible nuclear gastado desde una distancia de hasta 5 kms. Estos misiles son bastante fáciles de conseguir en el mercado negro de armamento (Hezbolá los usó contra los tanques israelitas) y muy fáciles de transportar (sólo necesita dos personas para llevarlo).

Y repetimos...si tenemos miedo...por qué seguir cargando con una fuente de energía cara, peligrosa y obsoleta.

Carlos Bravo, responsable de la campaña anti-Nuclear de Greenpeace


Cables de Wikileaks publicados en Elpais.com:
- Centrales Nucleares
- Uranio
- Avances en material nuclear