¿Sabías que un polémico maíz transgénico, objeto de análisis de un nuevo estudio científico, también ha llegado a tu mesa? ¿y a los campos españoles?
 
Pues aunque increíble que parezca así es. Somos cobayas sin saberlo puesto que los daños para la salud de este maíz transgénico no han sido suficientemente evaluados. Ni de este ni de ningún transgénico.
 
Un estudio científico, lanzado ayer, y realizado por investigadores franceses dio a conocer unos resultados realmente alarmantes y verdaderamente preocupantes. Por primera vez se han analizado los efectos de un maíz transgénico y su herbicida asociado (el maíz  de Monsanto NK603 y su herbicida Roundup Ready) en la salud a largo plazo de ratas de laboratorio. Lo que se ha descubierto no nos puede dejar impasibles: ¡el consumo de este maíz ha provocado tumores varios y muerte prematura en estas ratas!
 
Pero lo realmente grave es que este maíz está autorizado desde el 2004 en la Unión Europea para alimentación humana y animal, o sea ha entrado en nuestra cadena alimentaria a través de los alimentos que contienen ingredientes derivados de maíz bien como los derivados (carne, leche, huevos...) de animales que hayan sido alimentados con este maíz y nosotros sin saberlo, porque la legislación de etiquetado de transgénicos en la UE tiene muchas lagunas y una de ellas es que no obliga a etiquetar los derivados de animales alimentados con transgénicos, pero sí obliga a etiquetar los piensos... ¿Curioso, verdad? Los ganaderos saben lo que dan a sus animales pero tu no sabes lo que comes.
 
Para rizar aún más el rizo, España, además de ser el país de la UE donde más plantas transgénicas se cultivan a escala comercial (en este caso otro maíz de Monsanto, el MON810) es también el país de la UE con mayor número de cultivos experimentales al aire libre y... ¿adivina qué variedad se cultiva también? ¿Cómo lo sabías? Sí, el maíz transgénico NK603.
 
Cómo el cultivo al aire libre de plantas transgénicas, ya sean comerciales o experimentales, no se puede controlar de ninguna forma, este maíz también puede haber contaminado genéticamente maíces convencionales o ecológicos que se encontraban en campos colindantes.
 
Como se ha puesto en evidencia el proceso de autorización de transgénicos es muy flojo, por lo que ante estas nuevas revelaciones solo nos cabe pedir que se aplique el principio de precaución y se decrete una moratoria inmediata en Europa a todos los transgénicos ya sea para importación, cultivo o incluso experimentación al aire libre.

La única forma de evitar todos estos problemas es comer productos derivados de la agricultura y ganadería ecológica, pero la agroindustria ha visto en este sector, que está en pleno crecimiento, una nueva amenaza y arremete contra ella como puede.
 
¡Con nuestra salud no se juega!
 
Luís Ferreirim (@LFerreirim), responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España