Septiembre es una fecha clave en el calendario del Ártico. A mediados de mes (días arriba o días abajo) se alcanza el mínimo de hielo Ártico.
¿Qué es esto? Es la mínima extensión que alcanza la capa de hielo tras un verano deshelándose y antes de que comience el otoño y las temperaturas vuelvan a propiciar que el mar se hiele de nuevo.
¿Por qué es importante? Porque nos da una idea de la salud del Ártico, que lamentablemente no es buena.
Este año la extensión mínima de hielo ha sido la cuarta más baja desde que se tienen registros de satélite y sigue confirmando una tendencia a la baja en la extensión del hielo. El récord mínimo se alcanzó en 2012 y los nueve registros más bajos se han dado en los últimos nueve años.
La capa de hielo del Ártico está desapareciendo, es un hecho. Y que además lo está haciendo a una velocidad alarmante debería hacer sonar todas las alarmas en la comunidad internacional. Pero por ahora lo único que se oye en el Ártico son las perforaciones y las explosiones de la industria petrolera que ve en el deshielo del Ártico una oportunidad de negocio para buscar más petróleo. El petróleo que al ser quemado contribuye a agravar el cambio climático que está causando el deshielo del Ártico.
Shell está ahora mismo perforando el lecho marino de Alaska en busca de pozos a pesar del elevado riesgo de vertido y del pésimo historial de esta empresa en el Ártico. En aguas de Groenlandia, la empresa noruega TGS Nopec está realizando sondeos sísmicos para buscar reservas de petróleo en aguas donde varias empresas tienen licencias de perforación. Son explosiones ensordecedoras bajo el agua cada 10 segundos que tienen un gravísimo impacto sobre los mamíferos marinos.
El Ártico se calienta el doble de rápido que la media global, por eso lo que pasa en el Ártico nos indica hacia dónde vamos. Y las señales siguen llegando por otros datos de los registros de este año 2015. La máxima extensión del hielo cada año alcanzó un nuevo mínimo histórico en febrero de este año, que además está siendo el año más caluroso desde que se tienen registros.
La cosa no pinta bien. O se toman medidas para frenar el cambio climático o el mar helado del Ártico seguirá desapareciendo con las consecuencias que eso tendría para el clima global. O protegemos las aguas del Ártico de la actividad de la industria del petróleo o la locura de los combustibles fósiles seguirá hasta agotar las últimas reservas.
¿Qué puedes hacer tú?
- Firma para proteger el Ártico.
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