Un tribunal italiano ha dictaminado sentencia en contra del gigante eléctrico Enel, dueño de la española Endesa, y de su petición para acallar a Greenpeace Italia. Todo empezó cuando Enel, furioso por un estudio de Greenpeace que analiza sus inversiones en energías sucias como el carbón, llevó a los tribunales a Greenpeace Italia. Este estudio reveló que las emisiones  de carbón de esta compañía matan cada año a 366 personas en Italia.

La compañía trató de censurar con acciones legales a Greenpeace Italia, intentando buscar un tribunal que dictase sentencia para que la web de Greenpeace Italia fuese desconectada, ya que en ella se detallan las emisiones mortales de Enel. Pero Enel ha visto sus pretensiones rechazadas en todas las instancias judiciales.

En lugar de intentar matar al mensajero, ¿no sería mejor que Enel dejase de invertir en carbón e invirtiese en energías renovables? Pero no, en lugar de hacer esto último, dedicó todos sus esfuerzos en intentar cerrar la página web de Greenpeace y afortunadamente les salió mal. El tribunal italiano dictó sentencia a favor de Greenpeace y de hecho el tribunal reconoció que Enel no había podido demostrar que los datos que se muestran en la web de Greenpeace fueran incorrectos o falseados. Es más, el juez declaró que la información mostrada por Greenpeace era exacta y que la “dureza de las expresiones” estaba justificada.
 
El director ejecutivo de Greenpeace Italia, Giuseppe Onufrio, describió la resolución como "una victoria de un principio democrático fundamental". Además añadió que el tribunal dictaminaba que el lenguaje duro no puede ser censurado si está basado en datos y argumentos justificados científicamente. Y la evidencia contra Enel es alarmante.

Los cálculos que Greenpeace Italia utilizó para su campaña se basaron en los datos y en la  metodología de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Greenpeace Italia encargó al instituto de investigación independiente holandés SOMO que adaptase la metodología de la agencia de la UE a las centrales térmicas de carbón de Enel para determinar el número de muertes causadas por sus emisiones. El análisis independiente mostró que la contaminación atmosférica de las térmicas de carbón de Enel causan una mortandad superior a 1.000 personas cada año en Europa.

Greenpeace cree que el público tiene todo el derecho a conocer los impactos que provocan las centrales térmicas de carbón de esta compañía. Algunos de los hechos que Enel quiso ocultar:

En 2011, Enel fue el mayor emisor de CO2 de Italia con 36,8 millones de toneladas, y el cuarto emisor en Europa con 78 millones de toneladas. Las emisiones de CO2 de esta compañía equivalen, en Italia, a la suma de los sectores de producción de acero y hormigón y suman más que las emisiones de uno de los grandes emisores como es la refinería del petróleo, un 55% más.

En el análisis también se estima que los daños provocados por las térmicas de carbón de Enel ascienden a 2.000 millones de euros cada año y que los costes anuales para toda Europa son de  4.300 millones de euros.

No sabemos si Endesa pretendería también ocultar los datos de su contaminación en España. Por si acaso fuera así, exponemos aquí la información referente a nuestro país para que todos podamos estar informados. En el estudio se revela que las emisiones de carbón de esta compañía matan cada año a 313 personas en España y los daños provocados por las térmicas de carbón se estiman que ascienden a más de 1.000 millones de euros cada año para el Estado español.

En definitiva, Italia, España y el resto del mundo necesitan más energía renovable y menos censura.

Claudia Kirschning y Meritxell Bennasar, campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace España.