Los cuatro activistas de la "alfombra roja", como ya se les conoce después de la acción en la cena de gala del final de la cumbre del clima en Copenhague, están en Madrid. Después de 21 días juntos en la cárcel y muchas horas compartiendo experiencias a la "sombra"...Juantxo, Nora, Joris y Christian han querido reunirse en España para recordar, revivir y conversar. "Hemos elegido España, no sólo por el sol y el buen tiempo" comenta Nora entre las risas de sus compañeros, "sino porque fue un ejemplo de movilización popular y de apoyo mientras estuvimos encarcelados. España es un país solidario que sale a la calle cuando ve una injusticia. Todos en la cárcel queríamos ser Juantxo, porque sabíamos el gran apoyo que estaba teniendo en su país. Cada pequeño gesto tuvo sus frutos".

Juantxo les recibió ayer a los tres y estuvieron disfrutando de una tarde por Madrid, visitaron la puerta del Sol, la Plaza Mayor y el Palacio Real, y durante la mañana de hoy han tenido en la sede de Greenpeace un desayuno informal con la prensa. "Sobretodo queríamos dar las gracias a los medios de comunicación españoles que se volcaron muchísimo en nuestra liberación", comenta Juantxo durante el desayuno, "hemos querido que los conozcáis en persona, les pongáis cara, les hagáis preguntas y podáis sentirlos más cercanos".

Nora, 34 años, noruega y responsable de desarrollo de GPI; Joris, holandés, 35 años y responsable de la campaña de Cambio climático de GP; Christian, 37 años, suizo y responsable de participación de GPI, junto a Juan López de Uralde, director de Greenpeace España fueron los protagonistas de la foto que dio la vuelta al mundo. En España se recogieron más de 60.00o firmas por su liberación y en toda Europa fueron titulares de periódicos, abrieron informativos y se destacaron en todas las radios. Hoy la pregunta más esperada era ¿volveríais a hacerlo?... Todos han estado de acuerdo en que sí que volvería a subir las escaleras y sacar las pancartas con el lema "Los políticos hablan, los líderes actúan". Nora lo tiene claro "Muchos me han preguntado si soy valiente, y no es cuestión de valentía...en Greenpeace somos personas esperanzadas, yo creo que cada pequeño gesto o acto puede hacer el click para cambiar el mundo, por eso en aquel momento esa pancarta significaba la última posibilidad de hacer cambiar el rumbo de las cosas y que los Gobiernos se comprometieran a frenar el cambio climático".

Por delante les queda esperar un juicio, que todos desean que no llegue a celebrarse. "Ahora la policía está revisando y mirando pruebas y estamos a espera de juicio. Estamos dispuestos asumir las consecuencias de nuestros actos, pero esperamos también que las medidas sean directamente proporcionales al delito cometido", comenta Juantxo, "en Copenhague se ha vivido una represión sin precedentes de la sociedad civil, y nuestro encarcelamiento fue desproporcionado. Creemos que tenemos derecho a seguir manifestándonos pacíficamente y seguiremos haciéndolo", añade.

Nadia González, internet de Greenpeace.