Incineradora

De nuevo nos toca hablar de Asturias. Un lugar maravilloso con verdes valles, ríos cristalinos y hermosas montañas. Pero no todas las montañas asturianas son lo que parecen. En Serín una de ellas está formada por millones de toneladas de basuras acumuladas durante años. Y ahora que parece que ya no caben más residuos en la misma los políticos del Principado, responsables de haber llegado a esta lamentable situación, se sacan de la chistera la solución. Cambiar el vertedero por la segunda mayor incineradora de España.

Cualquier persona sensata se preguntaría si esto se podría haber evitado. La respuesta es afirmativa. Entonces ¿Cómo se ha llegado a esta situación? Ello es consecuencia de la desidia, falta de compromiso e incapacidad de los políticos en Asturias. El Principado no ha apostado nunca por políticas que fomenten la reducción, reutilización y reciclaje de los residuos (actualmente sus tasas de recuperación y reciclaje están fuera de la ley). Se ha preferido, sin embargo, tomar el camino fácil y tirarlo todo a una enorme montaña de basura.

Llegados a este punto, y con el vertedero hasta los topes, los políticos tienen que plantear soluciones. Aunque dada su manifiesta incapacidad parece que se decantarán de nuevo por tomar atajos y plantear falsas soluciones. Su alternativa, construir un mega incineradora de residuos que durante al menos 25 años, será fuente emisora de sustancias altamente tóxicas y peligrosas. Aumentará la contaminación de la atmósfera, las aguas y los suelos de Asturias e hipotecará durante décadas la implantación de políticas sostenibles de gestión de residuos pues todo el presupuesto y todos los recursos que van en las basuras se destinarán a alimentar tan descomunal horno.

Sin embargo, algo está cambiando en Asturias los colectivos ciudadanos, ecologistas y de consumidores están dejando en evidencia a sus responsables políticos, demostrando que otro modo de gestión es posible. Este ya está dando buenos resultados en más de 100 municipios españoles, recogida Puerta a Puerta y tasa justa. Más barato, que genera más empleo y que no afecta a la salud y al medio ambiente. Tenemos la esperanza que los que ahora ocupan un cargo de responsabilidad en el Gobierno asturiano y en los partidos puedan cambiar de opinión, sino será la ciudadanía quienes les cambie de lugar con sus votos.

Julio Barea, responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace