La sociedad española y, con ella, la clase política, podría pensar que los incendios forestales ya no son un problema muy grave. Pero nos estaríamos equivocando.

Hoy presentamos el informe “Incendios Forestales. No podemos bajar la guardia”, donde analizamos los avances en la lucha contra el fuego, los cambios de percepción social respecto a este problema y los recortes presupuestarios que empiezan a afectar al sector forestal y la lucha contra incendios.

Llevamos un puñado de buenos años en materia de incendios, y de eso nos tenemos que felicitar. Este éxito se lo debemos a un conjunto de factores que explicamos en el informe. Pero, como contrapunto a los avances generales en este tema, hay que hacer una excepción en el caso de los incendios de alta intensidad, los producidos en condiciones meteorológicas extremas, que son ingobernables por naturaleza y que cada vez más suponen un porcentaje mayor de la superficie que se quema anualmente.

Los científicos y expertos llevan décadas advirtiendo de lo que ellos denominan como la “paradoja de la extinción”. Según este concepto, la falta de gestión forestal y la mayor cantidad de biomasa acumulada, debido entre otras razones al éxito en la extinción, han creado un paisaje con más combustible, que está permitiendo incendios cada vez más intensos. Con este tipo de paisaje, los fuegos, cuando se produzcan, serán más virulentos, incontrolables y dañinos. Esto ya lo hemos visto en Grecia o Portugal, y también en nuestro territorio.

Los incendios que se declaran durante olas de calor o en momentos meteorológicos extremos son ahora la gran amenaza. La continuidad y estructura del combustible les permite moverse con gran velocidad y ser ingobernables.

Si, además, empezamos a disminuir los presupuestos destinados a prevención, gestión forestal o  lucha contra incendios, nos enfrentaremos más tarde o más temprano a episodios catastróficos que superaran todos los dispositivos y generarán una situación de auténtica emergencia nacional.

 

Miguel Angel Soto, campaña de bosques de Greenpeace España

 

- Informe: incendios forestales 2011
- Comunicado de prensa