Estamos destruyendo nuestros océanos: en torno al 75-80% de las poblaciones de peces del planeta están ya en niveles peligrosamente bajos. Y si no se toman medidas urgentes, podemos encontrarnos con un futuro sin pescado.

La UE, que tiene la tercera flota pesquera más grande del planeta, está empezando el proceso para reformar su sistema de gestión de la pesca, la llamada Política Pesquera Común (PPC). Las versiones anteriores de esta política, que se revisa cada diez años, no han sido capaces de  mantener  la salud de nuestros océanos. La situación es crítica y la UE deben utilizar este período de revisión que ahora comienza para desarrollar una política pesquera común efectiva. Puede ser su última oportunidad.

Nuestros activistas han llevado este mensaje a las puertas de la reunión de ministros de Pesca que se está celebrando en Galicia. Desplegaron una pancarta gigante con el lema “Salvad la pesca” en la icónica Torre de Hércules, testigo, como dijo el alcalde de A Coruña en la inauguración de la Conferencia sectorial previa a la reunión de ministros de la UE, de todos los acontecimientos importantes. Muy cerca del monumento, más de 200 representantes de la industria pesquera, ONG y gobiernos de la UE se reunieron para debatir el futuro de la PPC antes de la llegada de los ministro muy cerca de nuestro barco Arctic Sunrise, vigilante de todo cuanto ha acontecido estos días. Dentro de la reunión, el informe “La pesca en España: una lección no aprendida”, que señalaba a España como uno de los principales responsables de la mala situación de pesca en Europa, se convertía en ávida lectura para los asistentes.

España recibe la mayor parte de los subsidios pesqueros de la UE y tiene una flota pesquera que representa una cuarta parte de la capacidad de pesca toda la UE. Si España continua con su ritmo habitual de actividades destructivas, la Unión Europea tendrá muchas menos posibilidades de poner en marcha una política pesquera común efectiva. Nuestro informe recoge como España ha recibido gran parte de las subvenciones de la UE, así como las actividades destructivas de algunos de los miembros de nuestra flota. La UE ya ha rebasado su propias aguas y ahora sus buques pesqueros están saqueando las aguas desde África a la Antártida para abastecer de pescado el mercado europeo. Esta situación es insostenible. Desde Greenpeace exigimos a los ministros que trabajen en una nueva política pesquera común basada en la ciencia y la transparencia - que incluya una reducción de la flota, un claro apoyo a la pesca artesanal y la creación de reservas marinas.

María José Caballero, responsable de campañas de Greenpeace