Faiza Oulahsen, una de los 30 activistas detenidos en Rusia, es responsable de la campaña de Ártico de Greenpeace en Holanda. Esta carta la ha escrito desde la cárcel en Rusia.

"No tengo idea de cómo va a terminar todo esto, ni cuánto tiempo va a durar. La incertidumbre me está volviendo loca", escribe la campaigner de Greenpeace Holanda Faiza Oulahsen en una carta desde su celda en Murmansk, Rusia. Hasta hace unos días escribía sobre sus experiencias en el rompehielos de Greenpeace Arctic Sunrise, cuando junto a otras 29 personas perdió su libertad. "Dos meses en la cárcel es una cosa, pero ¿después qué?"

Hola Sanne,

Hoy es sábado 28 de septiembre creo, alrededor de las 12 horas. Tras 9 días de estar encerrada y aislada de toda comunicación una tiende a perder la noción del tiempo. Estuve encerrada en el barco desde el jueves 19 de septiembre a las 18:30 hasta el martes por la noche.

Poco antes de que nos llevaran a la orilla, Mannes y yo hablamos con nuestro cónsul, Martin Groenstege. Un hombre muy amable que nos dio esperanzas. Después le hablamos sobre nuestra situación y él nos contó el trabajo realizado por Greenpeace para que nos apoyen. Fue muy conmovedor escucharlo. Y también nos quedamos muy contentos al saber que no nos habían olvidado.

Unas dos horas más tarde, un traductor llegó con unos pocos agentes más de la FSB (anteriormente de la KGB) y nos dijeron que íbamos a ser llevados a tierra y teníamos 10 minutos para juntar todas nuestras cosas. Nos dieron la indicación de que debíamos hacer las maletas para unas 24 horas. Corrí a mi habitación donde todavía podía hacer una llamada rápida y hablé con Ben para informarle que en pocos minutos nos iban a trasladar a tierra hacia el "Departamento de Investigación". Seguí haciendo las maletas y metí mi chaqueta, guantes, ropa interior, 2 camisetas térmicas, gafas y cepillo de dientes. Ahora, después de cuatro días, siento no haber metido más ropa limpia.

El martes partimos en el barco, con la Guardia Costera, divididos en dos grupos. Después de media hora de navegación llegamos a tierra, donde por fin tuve unos 10 minutos para estar fuera y disfrutar del aire fresco. Después de eso nos llevaron en autobús a la sede del FSB (creo). Después de llegar, fui una de las primeras en ser llevada a lo que pensé era un interrogatorio. Allí me sentaron en una silla, en una habitación fría, frente a una señora que estaba ocupada tecleando. A mi lado había un traductor, una joven, que al parecer había estudiado inglés. De repente, nos llamaron del FSB, junto con algunos otros, parecía que no tenían mucha mas opción que cooperar. Ella me dijo había que rellenar un informe escrito sobre el incidente. Yo pedí un traductor holandés y me dijeron: "Eso no es posible."

De buen grado declaré que iba a confirmar mis datos personales, pero que no iba a decir nada más hasta que un abogado estuviera presente. "Es sólo un informe", dijeron. Me reí y le dije: "Necesito a mi abogado". Les di el nombre y número de teléfono de nuestros dos abogados. Después de un tiempo Vladizlav, mi abogado, entró.

Alrededor de la media noche me llevaron con el resto del grupo. En ese momento, esposaron a más personas y se las llevaron. Después de declarar se suponía que íbamos a permanecer encarcelados durante 48 horas. Eso fue una mierda porque ya habíamos estado encerrados durante cinco días en el barco. Esposado nos llevaron lejos, en grupos, a tres edificios diferentes. A la llegada nos pusieron juntas a seis mujeres de nuestro grupo en una celda. Tardaron bastante tiempo antes de que fuéramos llamadas, una por una para la admisión, por lo que acabamos tiradas en el suelo, estábamos muertas de cansancio.

Alrededor de las 5 de la tarde y después de tomarme las huellas, me llevaron a mi celda. Un poco más tarde también trajeron a Camila y Alex a la celda. El lugar estaba helado y las luces nunca se apagaban.

Al día siguiente nos fuimos de nuevo a la oficina. La noche anterior se me informó que iba a ser acusada de piratería y otras historias inventadas. Ese día me tocaba saber quienes eran los líderes del equipo de investigación sobre mi caso, por supuesto, en un documento redactado en ruso. Yo pedí una traducción en papel y una copia del documento original. Me dijeron que mi abogado debía solicitarlo al "General en Moscú.". Al final del día me llevaron a la celda.

Al día siguiente, el jueves 26 fue un día muy pesado. Nos transportaron de nuevo en autobuses, pero esta vez en un caja de metal, oscura, donde sólo podía entrar una persona (como animales de exposición) a la oficina de FSB

Allí nos metieron en jaulas y para que esperáramos la audiencia. Muy inhumano.

Después de que algunos de nosotros tuviéramos la audiencia, nos informaron que estábamos bajo arresto y permaneceríamos encerrados por dos meses hasta el juicio. Alex se echó a llorar. Empecé a perder la calma y el autocontrol que había tenido los últimos dos días, poco a poco. Dos meses en una celda es una cosa, pero ¿después de eso? ¿Qué viene después? ¿Una sentencia de meses o años en un caso basado en mentiras?

Todo es completamente arbitrario. Las acusaciones del FSB están llenas de inexactitudes y cuestiones que en realidad han hecho ellos mismos. Nada es seguro. Sólo se necesita que alguien ahí arriba lo desee y nosotros desapareceríamos en nuestras celdas. Martin, el cónsul dijo que me quedara tranquila, que los holandeses tienen una buena comunicación con los rusos. ¿Una buena comunicación? ¿Sobre qué, me pregunto? Sobre el hecho de que los rusos entraron ilegalmente en territorio holandés y nos empujaron hacia aguas internacionales para así poder detenernos violentamente? ¿Está el gobierno holandés exigiendo nuestra liberación? ¿De manera inmediata? Los rusos ni siquiera tenia permiso para detenernos y lo hicieron. Hacen exactamente lo que les da la gana.

No tengo idea de cómo va a terminar todo esto, ni cuánto tiempo va a llevar. La incertidumbre me está volviendo loca. Me enteré que Putin dijo públicamente que nuestro acto no era piratería. Su denominado "general" ha suavizado algunas de las acusaciones. Pero todavía estamos en la cárcel. 22 de nosotros hemos sido arrestados, 8 de nosotros detenido durante 72 horas además de las 48 horas. Todavía tienen que traerme a mí y a otras 7 personas un traductor para la audiencia. Espero que no encuentran uno hasta el domingo, porque así, todavía tengo una oportunidad de ser deportada.

Faiza Oulahsen, responsable de la campaña de Ártico de Greenpeace Internacional