Estoy siguiendo con enorme interés la implantación de la recogida de residuos puerta a puerta en Usurbil, así como  la decisión de someterla a referéndum. El otro día tuve ocasión de conocer en el pueblo mismo y con más detalle el proceso de recogida instaurado en Usúrbil.

No cabe duda de que la amenaza de la construcción de la incineradora en las cercanías de Zubieta, ha sido un acicate para poner en marcha un nuevo modelo, que se erige como alternativo al modelo de incineración.

La verdad es que los resultados del puerta a puerta son espectaculares. Llegar a reducir hasta un 82% la cantidad de basura que finalmente debe llegar a vertedero es impresionante. Ello se hace con unas buenas condiciones de recogida y de limpieza, y sin impacto estético negativo. Un éxito.

Los detractores hablan de ese 18% que debe llevarse a vertedero. Cierto. Pero olvidan que con la incineradora también hace falta un vertedero, pero de residuos tóxicos, ya que el 30% en peso de lo que entra en los hornos sale en forma de cenizas y escorias tóxicas que deben acumularse en vertedero. Por tanto también en eso es un modelo superior.

Llevamos muchos años debatiendo y discutiendo  sobre las basuras, y sabemos muy bien que hay dos elementos claves en su gestión: la materia orgánica, y los envases. La materia orgánica supone casi el 50% del cubo de la basura, y ha sido un elemento tradicionalmente abandonado por los gestores. Ahora con el debate del puerta a puerta suscita un inusitado interés. ¿Quinto contenedor o puerta a puerta? Preguntan.

Pero la pregunta real es otra: ¿incineración o reciclaje intensivo? Eso es lo que se está debatiendo en realidad con el asunto de Usurbil. Ahora es más que evidente que hay una alternativa eficaz a la incineradora.

Por eso, lo que debe hacer la Diputación, siguiendo el ejemplo del ayuntamiento de Usurbil,  es proponer a referéndum a los guipuzcoanos si queremos o no una incineradora. Eso si haría aflorar el verdadero debate que hay de fondo, en toda esta cuestión. ¿Por qué la Diputación no convoca un referéndum sobre la incineradora?

Juan López de Uralde, director de Greenpeace España