Los Presupuestos Generales del Estado del 2012 han sido los “más austeros de la democracia” según hemos escuchado en muchos medios de comunicación, han supuesto el mayor recorte en cuestiones sociales, y también para las partidas ambientales.

En este contexto de crisis, un proyecto resiste los recortes, un proyecto aguanta el chaparrón, un proyecto recibe una partida de 36 millones de euros para su ejecución. Podría haber sido un proyecto ambientalmente sostenible, un proyecto que creara empleo verde, un proyecto que activara económicamente una zona respetando los ecosistemas...

Pero no ha sido así, el proyecto que ha recibido esta ingente inyección de dinero ha sido el puerto industrial de Granadilla en Tenerife, que representa el mejor ejemplo de todo el país de una infraestructura portuaria sin justificación ambiental ni económica.

Este proyecto, promovido por la Autoridad Portuaria de Tenerife, afectará directamente a 5 Km de la costa mejor conservada del sur de la isla, provocará la destrucción de vastas praderas de sebadal y como consecuencia de esto afectará a la pesca en la zona, y repercutirá en 17 playas, las más turísticas y atractivas del sur de la isla.

El proyecto está en fase inicial de construcción y está pendiente de varias denuncias presentadas por organizaciones ecologistas. Ecooceanos, Greenpeace, Ben Magec-Ecologistas en Acción y la Plataforma contra el puerto de Granadilla, han iniciado hoy una campaña en oiga.me para pedirle al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a la Ministra de Fomento, Ana Pastor, que paralice estas obras.

Con la que está cayendo, vamos a intentar evitar que se tiren y desperdicien más euros en el mar con infraestructuras innecesarias, injustificables y que suponen gravísimos e irreparables daños ambientales en la costa del sur de Tenerife.

Pablo Chamorro (@supacham), campaña de Costas de Greenpeace

- Firma en en oiga.me para pedirle al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a la Ministra de Fomento, Ana Pastor, que paralice las obras del Puerto de Granadilla.