Hoy, Día Internacional del Libro, es un día fantástico para leer, sumergirte en una nueva historia y aprender de ella. Por eso hoy queremos proponerte una poesía que representa una de las voces del accidente nuclear de Chernóbil, que ocurrió un 26 de abril hace 30 años.

Estos días hemos traído a España a una testigo del accidente, Sveta Shmagaillo. Hoy sigue viviendo en Orane, a 35 km. de la central, y es profesora de primaria. De entre las decenas de historias que nos cuenta, os traemos este poema de su alumna Bulakh Anastasia, de 12 años:

Ha venido la primavera cálida
La alegría y bondad llenan nuestras almas
Y sin embargo, la tragedia ocurrida
sigue tocando hasta el fondo los corazones
Chernobil es un lugar abandonado
Nada puede parar las consecuencias
¿Y lo entenderá la gente sencilla e indefensa?
Ojalá el universo no lo olvide
y que el alma siga hablando
de las posibles casualidades
que durante un rato pueden detener un corazón

Las personas que vivieron el accidente y las que aún hoy viven en las zonas afectadas por Chernóbil tienen miles de historias de supervivencia, y las de los niños y niñas que han nacido allí destacan por su dureza contada desde la simplicidad.

Como dice Svieta, “los accidentes nucleares ocurren por distintos errores. ¿Cuántos más necesitamos para abandonar la energía nuclear?”

Si quieres escuchar el testimonio de Svieta, acude a:

  • Bilbao: Sábado 23 de abril a las 11:30 en el Centro Cívico La Bolsa (c/ Pelota 10)
  • Madrid: Lunes 25 de abril a las 19:00 en la oficina de Greenpeace (c/ San Bernardo 107) y martes 26 a las 12:00 en el Congreso de los Diputados. Pincha aquí para inscribirte en este acto.