No se puede confiar en Shell y en sus aliados para perforar en búsqueda de petróleo en el Ártico. Su maltrecha reputación ha sido de nuevo golpeada cuando la empresa Noble Drilling, subcontratista de Shell, ha sido declarada culpable de una sorprendente lista de ocho delitos graves relacionados con el incumplimiento de la normativa ambiental y de seguridad en los buques Noble Discoverer y Kulluk (que operaban en nombre de Shell) en el Ártico de Alaska en 2012.



Noble pagará una multa de 12,2 millones de dólares, y ha sido puesta en libertad condicional durante cuatro años mientras actualice todos sus planes para cumplir con los requisitos de seguridad y protección del medio ambiente. Esto son malas noticias para Shell, ya que se está preparando para ir de nuevo al Ártico el próximo verano. Casi todo lo que podía salir mal en 2012 fue mal, y esto es una prueba más de que Shell no está a la altura para operar en el techo del planeta.

Los tribunales de Alaska los han calificado de “graves delitos” y describen una letanía de mal funcionamiento, riesgos, delitos y engaños cuando el Noble Discoverer partió de Nueva Zelanda hacia el Ártico y hasta el final de la campaña de perforación. Estos delitos causaron “paradas de motor, fallos del equipo y condiciones inseguras”, errores de los que ni siquiera se informó a la Guardia Costera de los Estados Unidos. De hecho, el Noble “tomó activamente medidas para ocultar el uso de [sistemas] ilegales” y “introdujeron entradas de hechos falsos” que ocultaban los problemas a las autoridades.

La corporación Noble también ha admitido negligencias con la descarga de aguas de sentina desde el Discoverer. Las aguas contaminadas acumuladas de la sala de máquinas fueron arrojadas por la borda usando un “sistema de depósito y bomba improvisada”. La compañía no procesó el agua de sentina a través del equipo de prevención de la contaminación requerido y como resultado una mancha grasienta se extendió por Broad Bay (Unalaska) en julio de 2012.

Shell ha dicho que está “decepcionada” con Noble, y afirma que había “aprendido realmente de los errores”. Ambas compañías han subrayado que el Noble ha sido totalmente actualizado, mientras que se ha desechado el Kullul. Sin embargo, Shell lo ha reemplazado con el Pioneer Polar, operado por Transocean, que es la empresa propietaria de la malograda plataforma Deep Water Horizon, que causó el desastre del golfo de México. Es difícil de creer que Shell esté considerando contratar a estas sociedades para que les ayuden a perforar en el Ártico el próximo verano.

El hecho de que Noble acepte en acuerdo estos graves cargos en vez de recurrir a los tribunales y arriesgarse a más cargos indica la gravedad de los delitos de los que se le acusan. Por comparar, BP sólo se enfrenta a cargos de delito menor por grandísimos vertidos en la parte de tierra del Norte de Alaska. La compañía, y por su asociación con Shell, quiere dar esta historia por cerrada y que se olvide lo antes posible y antes de la campaña de perforación del próximo año en el mar de Chukchi de Alaska.

Y destaca la actitud de estos empresarios. En un comunicado de prensa de Noble Drilling se refieren como una “exitosa temporada de perforación en alta mar en Alaska en 2012”. Esta temporada de éxitos han resultado en ocho cargos por delitos graves. Si esto es un éxito, cómo debe ser una campaña poco exitosa… En Greenpeace seguimos trabajando para que este tipo de noticias se conozcan.