Este último domingo tomamos parte en la manifestación convocada por la PLATAFORMA ANTICEMENTERIO NUCLEAR “TIERRA DE CAMPOS VIVA”, formada por multitud de organizaciones diversas, y que tuvo lugar en Villalón de Campos, en la provincia de Valladolid. Fuimos muchos los que allí nos congregamos. Gentes del pueblo, de la comarca, de la provincia, del resto de Castilla y León, o gente – como en mi caso –, venida de otros puntos de la geografía española. Personas de distintas organizaciones, o de ninguna. Personas de las más diversas edades. Los bebés y niños que son el futuro – los jóvenes y adultos del mañana –, y que de las manos de sus padres formaban parte de un torrente que gritaba NO a esa herencia que unos pocos se empeñan en dejarles en forma de nocivos residuos radioactivos para cuando sean mayores, y para cuando, a la vez, crezcan sus hijos, y los hijos de sus hijos, etc., etc., etc... (Y etc.)

Era emotivo, emotivo y significativo encontrar a personas de edad bastante avanzada – personas que no verías normalmente en otro tipo de manifestaciones –, pero que ahí estaban, porque ellos tampoco quieren esos residuos letales (ni siquiera cuando estas personas estén ya aquí entre nosotros, ellos sí saben que es pensar en el futuro). Residuos fruto del funcionamiento de unas centrales sucias, peligrosas y caras, pero también fruto de la codicia de unos pocos, que con la única consigna en su mente del enriquecimiento, SU PROPIO enriquecimiento (usando a todos como peones en su partida), lo quieren hacer a expensas del dinero y la salud de los demás, y del dinero y de la salud de los descendientes de éstos. Paradójico que esos míseros avaros lo hagan incluso a costa de la seguridad de sus propios hijos y los hijos de sus hijos.

Veías y escuchabas referencias a la catástrofe que algunos interesados se empeñan en hacer olvidar, Chernobyl, aunque muchos nos empeñamos en no olvidarla, o a la vergonzante (y por ello silenciada) relación uranio-plutonio-armamento. O el objetivo final y oculto de perpetuar con la excusa del ATC las centrales y la generación de nuevos residuos. Muchos se preguntaban porqué no se ha propuesto como cementerio nuclear (eufemísticamente almacén temporal, polígono industrial, “prospreridad”, etc.) los jardines del alcalde o concejal de turno…

Qué satisfactorio hacer el pequeño esfuerzo de recorrer 300 kilómetros hasta una pequeña población a tal distancia de tu casa, pero que representa esa lucha, esa actitud y esa acción de decir NO, de claramente decirles a unos pocos que el presente y el futuro de todos no se vende por un – si acaso –, mísero y fugaz plato de lentejas, su salud, su verdadera prosperidad y su futuro valen y merecen mucho más.

Diego Fernández, voluntario en el Grupo de Voluntariado de Madrid de Greenpeace.-

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En tierras Mundialmente conocidas por paso de peregrinos

El domingo (14/02) Villalón de los campos, volvió a ofrecer su hospitalidad y apoyo para todos.

En esta ocasión albergó la manifestación en contra del cementerio nuclear que el gobierno a sacado a "rifa" y que algunos mandatarios no han dudado en reclamar sus participaciones, y como siempre, sin el consentimiento del pueblo.

Personas venidas de todos los rincones de la Comarca y por que no decirlo, de cualquier parte de España, aprovecharon el día de San Valentín para demostrar su amor por un esfuerzo en común: proteger esta tierra.

Una manifestación pacifica que recorrió las calles del pueblo para reclamar el sentido común de todo ser humano.

Y como dicen los sabios que "una imagen vale más que mil palabras" la cabeza de la manifestación la presidia un pollino cargando con dos bidones amarillos Y con un logo radiactivo sinónimo de sufrimiento a plazo fijo.

El deseo de todos colgaba de los lomos de ese animal ya que los bidones estaban VACÍOS. ¡¡NO AL CEMENTERIO NUCLEAR!!

Pedro Delamata del Castillo, voluntario en el Grupo de Voluntariado de Madrid de Greenpeace.-

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* Sábado 20 y domingo 21 febrero, marcha a pie desde Yebra a Guadalajara. Se pretende revindicar el rechazo al Cementerio Nuclear en la Comarca. A lo largo de dos jornadas, los participantes mostrarán su oposición a la instalación de los residuos radiactivos, mediante su esfuerzo físico, andando más de 50 kilómetros. El primer tramo (sábado 20) será de Yebra a Pioz, de unos 30 km.  pasando por Fuentenovilla, y finalizando en Pioz donde se pasará la noche en el polideportivo. El segundo recorrido, será desde Pioz a Guadalajara, pasando por el Pozo de Guadalajara, Chiloeches y finalizará en la Subdelegación del Gobierno donde se realizará el acto de clausura de la marcha mediante la lectura de un comunicado.

* Sábado 27 febrero, Manifestación en Guadalajara contra la instalación del cementerio nuclear de residuos radiactivos de alta actividad en nuestra tierra. Comenzará a las 18:00 h. en el parque San Juan Bosco, en la intersección de Avda. Castilla con la c/ Toledo (junto a la cárcel). El recorrido irá por la Avda. Castilla hasta la rotonda de la Constitución, continuará por c/ Dr. Fernández Iparraguirre hasta la plaza de Sto Domingo. A continuación se leerá el comunicado y habrá actuaciones musicales.