Las Naciones Unidas declaró el año 2011 como el Año Internacional de los Bosques. Celebramos este momento y aprovechamos este foco para denunciar la deforestación que sufren los bosques de todo el Planeta. Nuestras campañas en Indonesia, Amazonia y Congo trabajan a toda velocidad para tratar de frenar el ritmo de destrucción. Muchas personas y especies dependen de estos ecosistemas. Pero también son vitales para la lucha contra el calentamiento global, necesitamos a los bosques primarios para retener la mayor cantidad de carbono que le sea posible.

Por lo tanto, en este Año Internacional dedicado a los Bosques, desde Greenpeace queremos  recordar el acuerdo histórico al que se llegó hace ya una década en el bosque del Gran Oso (Great Bear Rainforest), en la Columbia Británica en Canadá, la última región de bosque templado de la costa oeste, que sufría un problema de destrucción desenfrenada. Por ello, para Greenpeace fue una prioridad.

Bloqueos en los caminos forestales y campamentos, protestas en las embajadas canadienses de todo el mundo y una campaña de mercado efectiva a nivel internacional crearon el ruido necesario alrededor del bosque del Gran Oso. En este vídeo podrás ver una serie de diapositivas de la campaña, está locutado en inglés por Tamara Stark, compañera comprometida y gran activista en la protección de este bosque. Aunque esté en inglés, las imágenes hablan por si solas.





El acuerdo de protección al Bosque del Gran Oso se anunció el 4 de abril de 2001, y sentó las bases para un modelo de trabajo enfocado en resolver problemas ambientales y socioecónomicos en situaciones conflictivas de ordenación del territorio. Y trabajos de este tipo son necesarias para solucionar problemas tan complejos como la deforestación mundial. La protección del Bosque del Gran Oso es un ejemplo de modelo que podría ayudar a resolver no sólo los conflictos ambientales, sino también abordar las cuestiones de justicia social, especialmente en términos de los derechos de los pueblos indígenas a sus territorios tradicionales, y su derecho a un medio de vida sostenible.

En este décimo aniversario del acuerdo, se confirma que las soluciones a largo plazo, especialmente en lo referido a los conflictos por el uso de la tierra y sus recursos, requieren compromisos claros y duraderos de todas las partes interesadas, y que conlleva mucho tiempo para que se traduzca en éxito.  ¡Greenpeace lleva con esta campaña más de 15 años!

Aunque deseamos un final feliz, los últimos capítulos no están escritos y todas las partes trabajan para lograr dos objetivos para el año 2014: conseguir la protección del 70% del bosque a lo largo de la región, y mejoras significativas para el bienestar de las comunidades que dependen del bosque.

La campaña para proteger el Bosque del Gran Oso nos ha inspirado e inspira en nuestro trabajo en la Amazonia, en las selvas de Congo o en Indonesia. Este año tenemos más aniversarios: hace 40 años que nació Greenpeace. Una coincidencia que llena de esperanza y convierte el acuerdo de protección del Bosque del Gran Oso en un modelo a seguir en la conservación de los bosques del Planeta.

Mónica Parrilla, campaña de Bosques de Greenpeace