En Greenpeace sabemos que alcanzar esta meta no es fácil y sin embargo tenemos claro que es la más urgente. Aunque no sea fácil queremos y necesitamos la protección del Ártico y hacia allá es donde vamos. Por eso, cada buena noticia que llega son una señal que nos dice que vamos por el buen camino. Y estos últimos días nos han llegado dos, desde Escocia y Groenlandia.
Un tribunal escocés ha denegado a Cairn Energy (para quien no la conozca es esa petrolera que se dejó mil millones de dólares en su intento fallido de encontrar petróleo frente a la costa de Groenlandia) una orden judicial permanente contra Greenpeace Internacional que la empresa había pedido a raíz de una protesta pacífica de Greenpeace Reino Unido, en la sede de Cairn en julio de 2011.
En la protesta varios activistas disfrazados de osos polares entraron en la sede de la empresa para pedir el plan de respuesta ante vertidos de petróleo que la empresa se negaba a hacer público. Ese mismo plan, por cierto, que cuando finalmente se público a demanda del Defensor del Pueblo de Groenladia, fue muy duramente criticado.
La protesta duró tan sólo unas horas y, sin embargo, Cairn requirió en los tribunales que emitiera una orden permanente contra Greenpeace Internacional para evitar futuras protestas que pudieran interrumpir sus operaciones. Vamos, que Cairn veía en la visita de un puñado de osos polares a sus elegantes oficinas de Edimburgo una conspiración secreta de alto nivel llevada a cabo entre Greenpeace Internacional y Greenpeace Reino Unido...Sí, también le ha parecido ridículo al tribunal escocés que ha dado la razón a Greenpeace. Y de esta forma da al traste con el intento de Cairn de detener las campañas de Greenpeace para proteger el Ártico
Y en Groenlandia, el nuevo gobierno ha echado por tierra los planes de petroleras como Shell o Statoil. El Primer Ministro de este país ha decidido detener cautelarmente la emisión de nuevas licencias para perforaciones petrolíferas, incluyendo aquellas en las alejadas y heladas aguas del este de Groenlandia. Este increíble lugar es un pastel que pretendían repartirse las grandes petroleras pero, de momento, no les van a dejar. Un golpe a la ambición petrolera y otra conquista para la protección del Ártico.
Pues eso, que todavía no hemos alcanzado nuestra meta, pero estamos más cerca. Y seguimos avanzando gracias a los casi tres millones de personas en todo el mundo que, como tú, han hecho de esta campaña de Greenpeace la suya propia. Seguimos en el camino para conseguir que el Ártico siga estando fuera de límites de la industria petrolera. Contamos contigo.
Sara del Río (@saradrio), equipo de investigación de Greenpeace
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