Uno de diciembre. En Kogens Nytorv hoy era el día de los Estados Unidos. A las 11 de la mañana un grupo de 30 personas se agrupaba bajo la tienda para dar los últimos retoques al pasacalles que nos llevaría a la embajada americana. Repasábamos ritmos, consignas, cogíamos pancartas y preparábamos tambores. Del grupo que íbamos, solo 4 eran estadounidenses… Pero eso es lo de menos. Aquí todos tenemos un mensaje para Barack Obama. Es el futuro de todos el que está en juego. Y así se lo hemos hecho saber al ministro de salud ambiental que nos ha recibido. Solo han sido dos personas de la delegación estadounidense las que han entrado. Pero el hecho de que hayamos ido todos hasta la embajada no ha sido mas que una muestra de que somos todos nosotros, todo el mundo, quienes nos estamos jugando mucho en esta cumbre.

El pasacalles ha sido un éxito. Los viandantes, los conductores, los ciclistas… Toda la ciudad de Copenhague nos ha visto y oído. E incluso se nos han unido. Un grupo de niños que se ha cruzado con nosotros se han parado a mirarnos, y al leer la pancarta lo primero que han hecho ha sido animarnos al grito de “Greenpeace!” “Greenpeace!”. Cuando les hemos dicho que, si querían, podían unirse a nosotros… Dicho y hecho. En seguida han aparcado sus bicis y han agarrado las pancartas y los instrumentos que llevábamos. Y verlos allí, tan pequeños y uniéndose a nosotros nos ha dado mucha fuerza y nos ha animado a seguir. Porque no es sólo nuestra generación la que se va a ver afectada… Es que detrás de nosotros vienen mas.. Y si no actuamos ahora, las catástrofes naturales y humanitarias solo van a ir en ascenso.

Luego hemos vuelto a nuestra plaza, que poco a poco se va convirtiendo en nuestra casa. Allí hemos comido lo que Jakob, un simpático danés que se dedica la cocina ecológica, nos ha traido. Y es que no hay nada que de más fuerza que una sopa caliente después de una fría mañana en las calles de Copenhague.

La tarde ha transcurrido tranquila… Si es que se le puede llamar tranquila al hecho de que haya venido la BBC, el principal canal de televisión belga, y a haber tenido a unos espontáneos percusionistas que se han querido unir a nosotros durante toda la tarde con sus instrumentos.

La forma en que transcurren las horas aquí es extraña, pocas veces estamos todos a la vez en el mismo sitio, a menos que tengamos alguna reunión. Mientras algunos duermen, otros desayunan o comen, otros terminan preparativos para los días que nos quedan y otros están ya en Kogens Nytorv acercándose a los viandantes y recogiendo cada vez mas firmas pidiendo a los líderes mundiales que despierten y actúen para detener el cambio climatico. El primer dia de Conferencia, las 6 personas que permanecerán en Copenhague hasta el dia 18 de diciembre se las entregarán al presidente de la cumbre.

Por hoy lo dejo ya… Pero eso no quiere decir que el dia acabe. Mientras yo termino de escribir esto, David esta en Kogens Nytorv haciendo guardia y… quien sabe... quizá recoger alguna firma. Los franceses terminan un regalo para su embajador, al que visitarán mañana. Los brasileños, ayudados por unos cuantos, terminan de pintar banderas para llevar el jueves, y otro grupo de gente sigue en la oficina, actualizando blogs y tratando de que nuestro mensaje llegue a todas las esquinas del planeta. Sin olvidarnos ninguna.

Carmen Rodríguez  y David Häcker , Red de Jóvenes en Copenhague.

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