En Reino Unido estos días se habla de pesca y de consumo. Un programa de televisión, ha causado especial revuelo. “The Big Fish Fight” ha conseguido reunir a algunos de los chefs más famosos del panorama británico para que muestren a los televidentes las realidades ocultas detrás de la pesca industrial. No hay nada como una cara conocida para conseguir sacar un problema a debate (y la experiencia nos dice que, exceptuando quienes trabajan directamente entre fogones con el pescado, es muy dificil encontrar algún famoso que quiera prestar su cara por el futuro de la merluza o del atún). Con este empujón televisivo, temas como la sobrepesca y los descartes han tenido su hueco en los medios durante al menos unos días. Un gran logro.
Unos días antes, Greenpeace Reino Unido publicó su ranking de latas de atún en el que analiza la sostenibilidad de las principales marcas a la venta en este país. Las marcas blancas de Sainsbury's y Marks & Spencer lideran el ranking. Todo su atún enlatado ha sido pescado con caña, un método selectivo de pesca y por tanto mucho más sostenible. En el otro extremo de la lista se encuentra Princes, que continúa obteniendo gran parte del atún de la pesca con FAD (dispositivos agregadores de peces), una técnica muy poco selectiva no sólo con los propios atunes sino con otras especies marinas como tiburones, tortugas y otros peces. Curiosamente, Princes es miembro de la ISSF (International Seafood Sustainability Foundation), una organización formada por empresas de la industria atunera y que debería velar, como dicen en sus objetivos, por “la conservación a largo plazo y el uso sostenible de los stocks de atún, reduciendo las capturas accidentales y promoviendo la salud de los ecosistemas”.
Mientras tanto al otro lado del mundo, en Taiwan, precisamente donde se pesca ese atún se encuentra el Rainbow Warrior II. Su último viaje está dedicado a defender los océanos y entre las demandas está la creación de Reservas Marinas en el océano Pacífico en zonas de especial importancia para la conservación de los recursos pesqueros y la biodiversidad marina. Taiwan posee la mayor flota atunera de pesca con palangre de esta región y, aunque recientemente han apoyado el cierre a la pesca con cerco de estas zonas, aún no ha dado su brazo a torcer para prohibir el palangre.
Volviendo a Londres quienes lideran el ranking de latas de atún apoyan la creación de estas Reservas Marinas y se comprometen a no adquirir atún pescado en estas zonas. Y de nuevo Princes, último en el ranking, no tienen una postura clara de apoyo a estas zonas protegidas pese a estar dentro de los principios, como ya hemos dicho, de la ISSF. ¿No se entiende? Si tenemos en cuenta que el 70% de la industria conservera mundial de atún es miembro de esta fundación (entre ellas empresas españolas como Isabel y Rianxeira), seguro que ahora se entiende mejor.
Aún queda mucho trabajo por hacer en este último viaje del Rainbow Warrior II.
Elvira Jiménez, campaña de Océanos de Greenpeace
- Web especial sobre latas de atún (en inglés) de Greenpeace UK
- Ayúdanos a construir el nuevo Rainbow Warrior III