Como Greenpeace es una organización independiente de todo partido político, consideramos que el diálogo con todas las formaciones políticas es fundamental, para que la defensa del medio ambiente reciba la atención que se merece por parte de cualquiera que tenga una responsabilidad pública.
Con ese ánimo, esta semana hemos participado en una jornada sobre energía organizada por el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. Se supone que exponer los puntos de vista de los ciudadanos en el Congreso de los Diputados no es un privilegio, sino un derecho democrático elemental. Pero dadas las escasas oportunidades que se presentan, no dejade ser de agradecer el interés del PSOE por abordar el tema de la energía y por incluir la aportación de Greenpeace.
Los convocantes lograron reunir a un nutrido grupo de personas con sólida experiencia en materia de energía. Sus opiniones y conocimientos, si fuesen debidamente considerados, harían que las políticas que desarrollaría el partido, cuando tenga la oportunidad de gobernar no se pareciesen mucho a las que practicó en el pasado. De ello pudieron tomar buena nota los diversos dirigentes del grupo y del partido que asistieron, que deberán, entre otras cosas, informar al ausente Alfredo Pérez Rubalcaba.
Tanto Javier García Breva, presidente de la Fundación Renovables, como Jorge Fabra, de Economistas frente a la Crisis, dejaron claro que el modelo energético al que nos debemos dirigir, para beneficio de todos, ha de estar dominado por las energías renovables, pero que continuamente se vierten falsos argumentos, que desvían la atención o directamente obstruyen el camino, para que las cosas sigan donde están. Es decir: con la energía controlada por los de siempre.
La descripción de Fabra de los “ogros” que acechan para retirar las pistas que guían a los políticos por el camino de la sostenibilidad fue tan clara y evidente que, dándose por aludido, un representante de Iberdrola intervino para dejar claro que ellos no son ogros sino empresas de las que todos dependemos. Aviso para navegantes, que nadiese atreva a desviarse de la ruta que ellos marcan.
En la mesa en la que yo participaba también había un representante de la patronal eléctrica UNESA, que insistía en que el problema de nuestro sistema energético es el déficit de tarifa. No sé qué cara pondría cuando en mi turno afirmé que el verdadero problema es la falta de sostenibilidad. Pero mi principal interés fue explicar las conclusiones del estudio Energía 3.0, para que comprendan que un modelo energético basado en la eficiencia, en la inteligencia y 100% renovable es técnicamente viable, y mucho más favorable desde los puntos de vista económico, de impacto ambiental y de ocupación del territorio.
Y es que la primera barrera para que este modelo se haga realidad es el desconocimiento de quienes toman las decisiones de cuáles son las soluciones necesarias y factibles. Ahora ya lo saben. Dirigentes como Cristina Narbona o Inmaculada Rodríguez Piñero tienen en sus manos ejemplares que les entregué de Energía 3.0, que espero que lean con atención.
Ahora ya no hay excusas. Tienen tiempo para reflexionar, ya que son otros los que gobiernan. Y motivos no faltan para criticar con dureza la política energética del Partido Popular que, lejos de solucionar los problemas de insostenibilidad y dependencia de nuestro sistema energético, está frenando de manera sistemática la revolución energética que se estaba gestando en nuestro país hacia las renovables.
La política del PP es clara: con las renovables hemos llegado demasiado lejos, hay que apoyarse más en otras energías como la nuclear o el gas, casualmente las que dominan las grandes compañías eléctricas. Las renovables en moratoria, la eficiencia desaparecida de los presupuestos y la inteligencia brilla por su ausencia. Más fácil no se lo pueden poner a la oposición. ¿Será capaz el PSOE de diseñar una política energética diferente? Y cuando les llegue la oportunidad, ¿se atreverán a enfrentarse a los ogros que amenazarán con sus poderosos intereses?
José Luis García Ortega, Coordinador del área de Energía y Cambio Climático de Greenpeace