Ana Paula es una de las activistas de Greenpeace detenidas desde hace más de cincuenta días en Rusia, por defender el Ártico. Esta es una de las cartas escritas por la activista brasileña desde su celda.

 


Queridos lectores,

Ana Paula, una de las activistas del Arctic Sunrise

Mi nombre es Ana Paula, y soy uno de los llamados 30 del Árctico actualmente detenidos en una cárcel rusa. Hoy se cumple un mes desde que nos sacaron de nuestro querido barco el Arctic Sunrise. Primero estuvimos dos días en una cárcel, luego tres días más en otra, y ahora estoy aquí sentada en esta prisión a la que nos trajeron el 29 de septiembre. Todo esto después de una protesta pacífica, donde queríamos llamar la atención del mundo sobre los riesgos y daños ambientales de la extracción de petróleo en el Ártico.

Hace un mes, nuestra vida se detuvo, ahora que estoy sola, he tenido tiempo de hacer una pausa y pensar. Y me gustaría preguntarte, querido lector ¿cuántos productos a base de petróleo has estado utilizando este mes? Los productos derivados del petróleo se utilizan para hacer un montón de cosas, y esas 'cosas' siguen la ley de la oferta y la demanda. La gente está ansiosa por consumirlos. Los compran, usan, y disponen de ellos, y este círculo va muy rápido hoy en día. Nuestro planeta, al que llamamos nuestro hogar, el único que sabemos que tiene vida en él, está en un momento de crisis, y tenemos que tomar medidas, individualmente, todos los días. Yo creo que no estarían intentando hacer perforaciones en el Ártico si nadie usase ese petróleo. Si nos preocupáramos más por el "ser" y no tanto por el "poseer", usaríamos menos petróleo y el medio ambiente no estaría en una situación de riesgo. Las protestas pacíficas no serían necesarias y yo no estaría, injustamente, en la cárcel.

No tengo palabras para agradecer a todas las personas que se preocupan por nosotros y están pidiendo por nuestra libertad. Me gustaría dar las gracias especialmente al gobierno de Brasil, que ha mostrado su apoyo incansable en intentar liberarme. Clara Solon de la embajada brasileña en Rusia es casi una segunda madre para mí. Ella ha sido un apoyo increíble con sus visitas y con su presencia en la corte, me ha proporcionado ayuda psicológica y ha hecho todo lo que ha podido.

Quiero decirle al mundo, y cada persona se preocupa por el medio ambiente:

SALVA EL ÁRTICO, usa menos para ser más, usa bolsas reutilizables, apaga la luz cuando no la estés usando, utiliza productos con menos empaque, usa tus piernas cada vez más y tú coche cada vez menos. Tú móvil no eres tú, no dice nada acerca de tus valores, no necesitas tener el último modelo. Recicla, arregla lo que está roto en lugar de comprar uno  nuevo, infórmate. Hay miles de pequeñas acciones que se pueden tomar todos los días para salvar el Ártico, el Amazonas, los arrecifes de coral, y todo lo demás. Se trata de elegir bien lo que compramos. ¡Todos somos responsables de hacer que este cambio suceda!

Prométeme que vas a intentarlo. Y así yo sabré que este mes en la cárcel no ha sido en vano.

Con amor, Ana.

 


 

¿Qué puedes hacer para ayudar a los 30 del Ártico?

Veintiocho activistas, un fotógrafo y un cámara independientes llevan 57 días encarcelados en Rusia por llevar a cabo un protesta pacífica en el Ártico. ¡Firma para pedir su liberación!