La pasada semana se celebró en el Congreso el Debate del Estado de la Nación. En él se trataron temas de política, economía y contexto social del país. Entre todas estas cuestiones, se coló el tema de las prospecciones petrolíferas en Canarias, Baleares, Valencia y Andalucía. Este es un asunto está empezando a ser otro vía crucis para el Gobierno. Uno más, que recae en la cartera del actual ministro de Industria, Energía y Turismo. Tras elaborar una reforma energética que no ha solucionado los problemas por la que se planteó, tras acabar con la floreciente industria de las energías renovables en España, tras tener que intervenir el mercado eléctrico “liberalizado” para frenar la subida de la factura de la luz, ahora pretende que escuchemos los “cantos de sirena” del oro negro y el fracking.
Es aquí donde el partido que sustenta al Gobierno tiene un papelón. En Baleares el propio presidente balear, del Partido Popular, se ha posicionado claramente en contra de las prospecciones petrolíferas. Sin embargo, en el Debate del Estado de la Nación, el PP vota en contra de paralizar cualquier prospección. Esto ya le está pasando factura con la baja de militancia de algunos de sus afiliados y probablemente con un descenso en intención de voto en ambos archipiélagos. En Ibiza y Formentera el amplio rechazo social, económico y político al “dorado del petrolero” es coordinado por Alianza Mar Blava plataforma en la que está Greenpeace. También se ha creado un importante movimiento ciudadano Eivissa diu No que ha logrado sacar a la calle a decenas de miles de personas en contra de las prospecciones.
En Canarias, tierra natal del ministro de Industria, el movimiento social se centraliza en Savecanarias.org de la que Greenpeace también es miembro. Actualmente aglutina a unas 50 organizaciones y trabaja en alcanzar 100.000 firmas que muestren el rechazo a nivel mundial a la apuesta petrolera del ministro.
A pesar de las incoherencias de los políticos, la sociedad en su conjunto no está dispuesta a dejarse embaucar por nuevas promesas de prosperidad basadas en el oro negro. Sobre todo, cuando nuestro país si que es un auténtico “el dorado” pero de las energías renovables. Y más aún, cuando esa supuesta abundancia en hidrocarburos pasa por sacrificar lugares tan maravillosos como son Canarias y Baleares.
Julio Barea (@juliobarea) responsable de campaña Energía de Greenpeace España
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