Buenas noticias para la selva Amazónica y la gente que vive en ella. El pasado miércoles 20 de abril la agencia ambiental de Brasil, el IBAMA, anunció la suspensión de la licencia para construir el gigantesco proyecto hidroeléctrico de São Luiz do Tapajós. ¿La razón? La agencia ambiental reconoce los riesgos que el proyecto de la presa podría suponer para las comunidades de la tribu Mundurukú.


 
Este anuncio es un paso importante para la Amazonía y para los derechos de los pueblos indígenas en Brasil. Esperamos que sea sólo el primero de para cancelar definitivamente este proyecto.
 
Derechos de los pueblos indígenas
Si se construyera la presa de São Luiz do Tapajós las aguas inundarían un área de selva equivalente a la ciudad de Nueva York, destruyendo parcialmente una parte del territorio indígena de los Mundurukú. La presa obligaría también al desplazamiento de tres pueblos Munduruku a lo largo del río Tapajós.
 
Según la Constitución brasileña, el desplazamiento de los grupos indígenas de sus tierras está prohibido excepto en casos extremos, como una catástrofe, una epidemia, etc. En esos casos, tras el desastre es obligado el retorno inmediato en cuanto sea posible. Para que esta protección constitucional sea efectiva, es necesario el reconocimiento oficial de este territorio. Y los Mundurukú han estado luchando por este reconocimiento durante décadas, con escasos progresos hasta la fecha.
 
Este mes, la FUNAI, la agencia brasileña a cargo de los asuntos de los pueblos indígenas, hizo público un informe que reconoce una superficie de 178.000 hectáreas, llamada Sawré Muybu, como tierras tradicionales Mundurukú.


 
Ambas noticias suponen un duro golpe para los promotores de las megapresas en la cuenca del río Tapajos. Pero el procedimiento oficial para reconocer el territorio Mundurukú sólo acaba de empezar. El proyecto está herido. ¡Ahora es el momento de detenerlo!

Son buenas noticias pero la victoria está todavía por venir. El proyecto hidroeléctrico de São Luiz do Tapajós no se ha cancelado, se ha suspendido temporalmente. La decisión de Ibama no es definitiva, puede ser revertida. Por tanto, el destino de la cuenca del río Tapajós y sus pobladores sigue en la cuerda floja. Además, existen otros tantos proyectos, hasta 40 presas, a lo largo de la cuenca del río Tapajós.  

Por tanto la lucha continúa y la presión de los ciudadanos sigue siendo crucial. Hasta la fecha más de 200.000 personas de Brasil y de otros muchos países han firmado para pedir la cancelación definitiva del proyecto. Y mientras tanto, seguimos pidiendo a las empresas eléctricas, de ingeniería y aseguradoras que se desvinculen del proyecto. Y seguimos esperando contestaciones por parte de Siemens, Andritz, Iberdrola o Mapfre, por poner algunos ejemplos.
 
Seguimos adelante con la campaña para proteger el río Tapajós y a los indígenas Mundurukú. Juntos, podemos proteger el corazón de la Amazonia.

¿Qué puedes hacer tú?
Firma para mantener el río Tapajós vivo
. ¡Juntos lo conseguiremos!

¡Apoya la causa de los Mundurukús y el Amazonas!