Estos días estamos hablando mucho de películas, porque queremos que la del Ártico tenga un buen final y que sea protegido. Y como los clásicos del cine hay películas e historias que merece la pena recordarlas y volverlas a ver e incluso nos pueden resultar de actualidad años después.
De hecho, buscando imágenes de esta campaña me llama la atención que bien valdrían esas imágenes para contar nuestra historia de ahora en el Ártico. Solo habría que cambiar “North Sea” por “Arctic” y estaríamos en 2015. La historia se repite. (Foto de 1995)
Hoy se cumplen 20 años desde que Greenpeace iniciase la campaña contra la plataforma Brent Spar, con un protagonista conocido: Shell.
En 1995 Shell decidió que ya no quería hacer uso de la plataforma Brent Spar que tenía operando en el mar del Norte y obtuvo (sorprendentemente) el permiso de Reino Unido para
hundir sus 14.500 toneladas tal cual en el océano Atlántico.
Greenpeace, que tenía en esos años una campaña contra la eliminación de instalaciones en los océanos, pasó a la acción y se subió a la plataforma plantándole cara a la entonces empresa petrolera más grande del mundo. Las imágenes de los activistas enfrentándose a los cañones de agua y la pancarta desplegada despertaron una gran cantidad de protestas espontáneas por toda Europa contra Shell. Algunas gasolineras de Shell en Alemania reportaron un 50% de pérdidas en sus ventas y el entonces Canciller Kohl llevó el asunto ante el Reino Unido durante una reunión del G7.
A pesar de la negativa del Reino Unido a dar marcha atrás a la autorización de Shell para hundir su instalación, la presión pública hizo demasiada mella en la imagen de Shell que finalmente decidió desmantelar y reciclar la plataforma Brent Spar en tierra.
Pero la victoria no se quedó aquí, sino que alcanzó una dimensión mucho mayor y significativa y con otro protagonista conocido y de actualidad. Una semana después de que Shell abandonara su plan de hundir la plataforma, OSPAR votó una moratoria sobre la eliminación en el mar de instalaciones de petróleo y gas. Otro paso decisivo en la protección del medio marino.
20 años después, hoy no solo recordamos la historia, sino que pedimos de nuevo a OSPAR (la Convención internacional que regula la protección del medio marino del Atlántico Noreste), que de nuevo de un paso hacia delante y lidere la protección del Ártico. En su mano está proteger un 10% del Santuario Ártico para que empresas como Shell no puedan perforar en sus aguas.
¿Qué puedes hacer tú?
- Dile a los delegados de OSPAR que también queremos un final feliz para esta historia