Greenpeace se une, como todos los años, al Día Internacional de los Blog (Blog Action Day), que hoy postea contra el Cambio climático.
"Hay algunos que creen que cortar árboles es una buena solución para el clima. Es cierto que esta actividad, realizada de una manera correcta y a largo plazo, aporta beneficios a la población local y mantiene gran parte de los servicios que aportan los bosques a la sociedad: agua, biodiversidad, recreo, etc.
Pero lo que el planeta necesita urgentemente es frenar los procesos y dinámicas de deforestación en países como Brasil, Indonesia o Madagascar. Es la deforestación tropical y subtropical el origen de casi el 20% de los gases de efecto invernadero y por eso las políticas y los fondos públicos deben ir destinados prioritariamente a combatir este problema. Es lo que se conoce como Reducción de la Deforestación y Degradación, REDD, y que son objeto de discusión de cara a la futura Cumbre de Copenhague, en diciembre.
Y es en estas reuniones preparatorias donde el sector forestal privado está jugando sus cartas. Existe una gran presión para que el futuro acuerdo internacional incluya en el mecanismo REDD actividades como la captura de carbono, el efecto sumidero de los bosques y la explotación forestal como forma de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Y para conseguir su objetivo nada mejor que pervertir el lenguaje. En la Cumbre de Bali, hace unos años, el concepto acordado para complementar el futuro mecanismo REDD fue el de "sustainable management of the forest", término que implica conservación, manejo comunitario y otro tipo de medidas que podrían, o no, incluir la explotación forestal (según las necesidades de cada bosque en particular). España está intentando que la posición de la Unión Europea de cara a la cumbre climática de Copenhague, sustituya este concepto por el de "sustainable forest management" que, según las definiciones internacionales, supone entender el bosque únicamente como recurso y por eso la necesidad de hacer "sostenible" sus explotación industrial.
Es tanta la diferencia entre estos dos conceptos que en las negociaciones de Bangkok de la semana pasada se redactaron dos párrafos diferentes para este asunto, uno con cada una de las definiciones para que, de cara a la reunión de Naciones Unidas que se celebrará en noviembre en Barcelona, la comunidad internacional se ponga de acuerdo acerca de cual es la más adecuada. A priori parece claro que es la primera, es una lástima que países como España se empeñen en confundir la cuestión para asegurar que su sector forestal empresarial podrá seguir realizando “sustainable forest management” en el extranjero con financiación pública de la comunidad internacional.
Definitivamente, a algunos no son los árboles lo que no les deja ver el bosque, sino los intereses económicos...
Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques y cambio climático de Greenpeace