Estamos a bordo del Esperanza, en el puerto de Bilbao, junto al Museo Marítimo y a menos de 10 kilómetros donde, desde octubre de 2016, se cargan explosivos en barcos con destino a puertos de Arabia Saudí. Hasta 312 contenedores de explosivos “Marca España” han viajado en las bodegas de estos barcos en los últimos 10 meses.

Todo ello a pesar que, desde que en 2005, diera comienzo el conflicto civil de Yemen, la coalición liderada por Arabia Saudí ha lanzado numerosos ataques aéreos ilegales, ​algunos de los cuales podrían ser considerados crímenes de guerra. La guerra de Yemen está llevando al límite la situación humanitaria en el país con más pobreza de Oriente Próximo, mientras ambas partes en el conflicto cometen atrocidades e impiden la distribución de ayuda humanitaria. Y todo ello también a pesar de que, según la ley española de control en el comercio de armas, que ahora cumple 10 años, exige que se denieguen las autorizaciones “cuando existan indicios racionales de que las armas puedan ser empleadas en acciones que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad”.

El Gobierno de España está autorizando “ilegalmente” el envío de armas a países involucrados en conflictos y que podrían usarlas para cometer violaciones de derechos humanos. ¿Podrían ser acaso esos explosivos que salen desde Bilbao los mismos que acaban bajo los escombros de los edificios civiles que se bombardean en Yemen? No lo podemos saber. Por el secretismo que impera en el comercio de armas por una parte y porque, además, el sistema para controlar el uso final de las armas que se envían es muy deficiente o casi inexistente. Al autorizar estas exportaciones, España corre el riesgo de convertirse en cómplice de crímenes de guerra.

Hoy las cuatro organizaciones que hacemos la campaña Armas Bajo Control: Amnistía Internacional, Fundipau, Oxfam Intermón y Greenpeace, que llevamos trabajando más de diez años para mejorar la transparencia y el control de comercio de armas, decimos basta ya. Basta ya de vender armas que pueden usarse para matar civiles y mirar a otro lado. Basta ya de incumplir sistemáticamente la legislación de control de comercio de armas vendiendo armas a países en conflicto sin que el Gobierno rinda cuentas por ello.



Basta ya de esconderse detrás de la Ley de Secretos Oficiales y las “materias clasificadas” para no informar sobre el control de comercio de armas. Basta ya de fomentar un oscuro e ilegal negocio de armas “Marca España”.

- El próximo domingo 17S Concentración #NoQuieroSerCómplices de los crímenes de guerra ¡Ven!