Hoy es un día pesquero en Bruselas. No porque haya mar, sino porque se deciden las cuotas de pesca para el año próximo que los barcos europeos pueden capturar en las aguas del Atlántico, Mar del Norte y el Mar Negro.

En los últimos años, las recomendaciones científicas no han servido para mucho, ya que los ministros reunidos en el capital de la Unión Europea prefieren mirar para otro lado y tomar las decisiones de captura pensando en las grandes flotas industriales en vez de en la flota artesanal.

Hoy hemos madrugado y a la hora a la que ha empezado la reunión del Consejo Europeo, los activistas de Greenpeace ya habían montado una réplica inflable de un barco arrastrero a la entrada. El montaje ha sido impresionante, un barco de 25 metros de eslora y 11 metros de alto montado en la mismísima puerta del consejo donde se deciden las cuotas de pesca. Activistas de varios países europeos, responsables de la campaña de océanos de Italia, Francia, Holanda, Polonia, Reino Unido, ….; todos juntos con el mismo mensaje: parad la sobrepesca.

Casi todos los asistentes han podido conocer la demanda tantas veces escuchada de Greenpeace, queremos que las cuotas de pesca se decidan según las recomendaciones científicas de la Comisión. Esto significa que debemos de pescar menos y hacerlo de manera sostenible y apoyando a las flotas artesanales.
España es uno de los países europeos con la mayor flota pesquera. Hoy, la nueva ministra de pesca en España, Dª Rosa Aguilar Rivero, tiene la oportunidad de aceptar las cuotas propuestas por los científicos y no pedir un aumento de las mismas, apoyar la pesca sostenible y reducir la flota.

Hablando de reducción de la flota, Greenpeace va a dar ejemplo a los ministros y ministras reunidos desguazando el barco inflable que hemos traído hasta aquí. La flota más destructiva es la que tiene prioridad para desaparecer y así lo pedimos a nuestros políticos. Es fácil, sólo hace falta una actitud política en la línea de apoyar la pesca del futuro en vez de las grandes flotas industriales.

En la puerta del Consejo Europeo (Bruselas), Paloma Colmenarejo, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace