@Kurioso se ha sumado a la campaña para Salvar el Ártico con este interesante post


 

Península de Holanda. Mayo de 2135. Extracto del acta de la Comisión Marco sobre el fanatismo ecológico del Cambio Climático. Los EEUUE contra “WorldPinKare”, ONG ambientalista y centenaria acusada de exceso de celo, informes contradictorios y movilizaciones alarmistas contra el cambio climático:
[...]

Tiene la palabra Walter B. Fieldson, de la fiscalía y acusación popular de la Unión


        Barcelona bajo 7 metros de agua. Montaje: Kurioso. Fotografía original: Fuente

“WorldPinKare nace en el seno de la revueltas de principios del siglo XXI. Cuando la desintegración de la antigua Europa alimentaba el populismo del movimiento ultraecologista. El cambio climático entraba en una fase aguda y la organización crecía exponencialmente al interés popular por preservar el medio. Los Estados Unidos de Europa acusan a la ONG de intentar lucrarse con el impuesto del carbono, derechos de emisión y de organización subversiva a favor de la desobediencia civil. La estrategia de la ONG ha sido vender miedo, propagar y utilizar campañas sin fundamento para lograr sus objetivos económicos siguiendo las directivas del viejo Informe de la Montaña del Hierro de 1962.


      El puerto de Valencia bajo 7 metros de agua. Montaje: Kurioso. Fotografía Original:   Fuente

La fiscalía presenta como prueba la campaña “7 metros”. La ONG vendió la idea de un
planeta reducido por el deshielo del Ártico y Groenlandia para el siglo XXII. Sus cálculos
daban como desaparecidas bajo las aguas más de 13.000 ciudades y grandes poblaciones por la subida de 7 metros del nivel global del mar debido al calentamiento global, a la explotación económica del Ártico y a la desaparición de la mayor isla congelada del planeta. Los datos del Intergovernmental Panel on Climate Change del último trimestre de este mismo año confirman un aumento ponderado del nivel de los océanos de sólo 1.85 metros en el rango denunciado; 75 años. Con solo 135 ciudades desaparecidas gracias al control preventivo de las políticas de previsión de la Unión, que permitieron el levantamiento a tiempo de las esclusas del Mediterráneo, Mar de Barents y el eje Báltico-Mar del Norte.



Se acusa a WorldPinKare de la movilización populista de millones de personas mediante técnicas propagandísticas acientíficas y ejercicios folclóricos de sociología de masas. De fomentar la desobediencia civil a los acuerdos económicos de la Unión con los impuestos de energía. De estar en contra de la tasa petrolífera para subvencionar la reconversión de las petroleras. Y de oponerse a las cancelaciones de los programas de energías ambientales en favor de la nueva fisión nuclear.



Terminado el turno de la fiscalía, tiene la palabra Anne Luxor, activista y abogada de la defensa:
“Gracias. No voy a extenderme demasiado ante este tribunal, en lo que creo es un lavado de imagen del Comisionado frente a sus inversores. ¿Cómo puede juzgar una institución pública subvencionada por la Liga Mundial de la Energía una cuestión de interés general? Quiero dirigirme al otro lado del tribunal, al otro lado de la sala, al otro lado del mundo, a la gente que utiliza la energía de su monopolio. A los cortoplacistas sometidos al liberalismo de un capitalismo salvaje que son incapaces de ver el origen de los recursos que malgastan. También, en el otro extremo, a los que desconocen que existimos y todavía viven esperando la época de lluvias para sobrevivir con el arroz. Y a los subversivos y autónomos energéticos que no creen en vuestra concesión mundial de derechos y son autosuficientes con sus placas solares o turbinas de biomasa y, aún así, tienen que pagar vuestros impuestos. Me dirijo, en general, a todos aquellos que necesitan conocer que el desarrollo sostenible de los recursos energéticos debe ser una obligación para conservar y mejorar el legado de una sociedad alienada todavía por las energías de combustible finito.

En 2013, el año de nuestro nacimiento y de nuestra campaña, los datos sobre el deshielo del Ártico eran descorazonadores.



     Extensión del hielo ártico en septiembre de 2012. Mediciones y predicciones. Fuente

La superficie del ártico en el mes de septiembre del año anterior alcanzó un mínimo de 3,41 Mio km², 18% por debajo de la extensión medida sólo 4 años antes. Todos los modelos de previsión pesimistas calculados por hasta quince compañías independientes (entre los que se encontraba vuestra accionista Intergovernmental Panel on Climate Change) fueron superados con los datos de aquel año. Pero lo peor estaba por llegar.

En el año 2020 el hielo marino desapareció en el Ártico en verano. Sustituyendo el blanco reflectante por el azul marino del mar. La absorción de calor provocó un aumento de 1.5 grados la temperatura global del planeta y agravó el efecto invernadero provocando un efecto cascada y exponencial en la espiral deshielo-efecto invernadero.

En el Año 2095 el aumento de la temperatura global ya era de 2.5 grados. Y la subida del nivel de los océanos pasaba de 1 metro. Hoy son casi dos.

Pero supongamos que la fiscalía tiene razón, supongamos que somos culpables de nuestro propio éxito. Que las esclusas construidas en bahías de medio mundo no fueron previstas y anticipadas gracias a nuestro trabajo. Que el deshielo del Ártico y Groenlandia no fue atenuado por nuestras campañas de sensibilización colectiva. Que la explotación petrolífera del Ártico no fue suspendida por las acciones combinadas de nuestros socios en medio mundo.

Imaginen que, a pesar de las evidencias de décadas de mediciones de la NASA, el cambio climático sigue siendo una estafa; que es un invento de las grandes ONGs para vender sus programas y campañas y alimentar su maquinaria moralista. Que, a pesar de estar celebrando este juicio rodeados por agua en lo que antes no era una península el cambio climático es sólo creación de una variante política para vender una tendencia ideológica, contraria al desarrollo económico y del capital. Imaginen que la campaña de WorldPinkCare sobre los 7 metros era una exageración basada en cálculos pesimistas y acientíficos sobre datos mal extrapolados a priori y no un aviso que consiguió frenar el artificial deterioro de la Tierra.

Imaginen que todo lo que hacemos para mejorar el planeta es una tontería, que reciclar es una forma de mantener compañías dedicadas a su promoción, que consumir racionalmente el agua no vale para nada porque el agua no desaparece, simplemente se transforma o cambia de sitio. Que desenchufar todos los electrodomésticos para evitar el consumo en espera es un invento para hacernos sentir culpables de nuestra propia tecnología. Que todo movimiento ecologista no es necesario porque nuestra generación es un periodo ínfimo dentro del monstruo evolutivo natural del planeta que se autoregula solo. Imaginen que, en consecuencia, es mejor vivir el carpe diem explotando al máximo los recursos del planeta para vivir de una forma plena y feliz... Supongan que todo nuestro esfuerzo no merece la pena.. quiero que os hagáis la siguiente pregunta antes
de juzgarnos:

¿Hay algún problema por intentarlo y dejar un mundo mejor a nuestros hijos?
No tengo nada más que añadir, señorías.

Pepo Jiménez @Kurioso

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