¿Te imaginas que lo electrónico durase más y que se pudieran reparar fácilmente? ¡Cuánto dinero podríamos ahorrar! Sin embargo, actualmente esto es un mundo imaginario porque lamentablemente, la tendencia entre las principales marcas de TI es hacer que nuestros teléfonos y otros dispositivos sean más difíciles de reparar y mantener.


 
Greenpeace, junto con la empresa estadounidense iFixit, acaba de evaluar más de 40 móviles, tablets y portátiles más populares de los últimos dos años, para ver cómo las empresas nos están facilitando que nuestros aparatos electrónicos puedan reparar, que haya piezas de repuesto o manuales de reparación.
 
Esto es lo que encontramos:
 
1. Los aparatos electrónicos son difíciles de mantener y de reparar.
Cambiar la memoria o actualizar el disco duro no es tan fácil como antes. ¿Por qué? Las tablets tienen muchas piezas soldadas lo que impide la reparabilidad: se repara todo o nada.
Ejemplos de este tipo de diseño: Samsung, móviles LG y portátiles de Apple.
 
2. Algunos móviles son cada vez más frágiles:
Que levante la mano quien haya roto su móvil. Una faena, ¿verdad?
Y es que están hechos sobretodo de cristal y a pesar de que las empresas fabricantes han introducido tipos más resistentes, no nos libramos de las dichosas grietas.
De hecho, la mayoría de móviles de nueva generación  se están fabricando con el frontal de cristal siendo más propensos a romperse. Por ejemplo, el S8 de Samsung, está diseñado con borde de cristal en la parte delantera y trasera, con lo que ha sido bautizado como el “móvil más frágil que se ha hecho nunca".
 
3. Es difícil sustituir las baterías
¿Recuerda el caso de las explosiones del Samsung Galaxy Note7? La compañía pudo evitar que se retiraran millones de dispositivos si el diseño del móvil hubiera contemplado la sustitución de baterías. Desafortunadamente, casi del 70% de todos los dispositivos que tenemos tienen baterías que es, imposible o muy complicado, poder sustituir debido a un decisiones de diseño y al uso de adhesivos fuertes para fijar la batería a la carcasa. Por ejemplo, el smartphone Galaxy S8 de Samsung y las baterías Retina MacBook de Apple se adhieren completamente a los paneles del dispositivo.
 
4. Es complicado conseguir herramientas para que podamos reparar nuestros móviles
Incluso cuando la reparación es posible, es muy caro y tarda mucho. Además, a menudo se requieren herramientas especiales para tornillos patentados y otras partes. El iPhone de Apple, el R9m de Oppo y el P9 de Huawei son sólo algunos de los dispositivos que requieren herramientas especiales para realizar reparaciones.
 
5. Apenas disponemos de manuales de reparación o piezas de repuesto.
Muy pocas empresas fabricantes proporcionan información sobre cómo arreglar nuestros productos. De las 17 marcas representadas en nuestra guía sólo tres, Dell, Fairphone y HP, proporcionan todas las piezas de repuesto y manuales de reparación.
 
La fabricación de dispositivos que duran más tiempo y que se puedan reparar es el paso más significativo que las marcas electrónicas pueden dar de cara a reducir los diversos impactos ambientales asociados con la fabricación electrónica: desde la extracción de materias primas vírgenes hasta las sustancias químicas peligrosas a  la gran cantidad de energía que se utiliza en la fabricación.
 
Después de todo, las compañías de tecnología reclutan a algunas de las mentes más brillantes del planeta, así que ¿por qué no pueden inventar algo que tenga en cuenta los recursos limitados de nuestra Tierra?