A bordo del Arctic Sunrise/ En el horizonte un desierto de agua

¿Por qué hay gente consciente de problemas ambientales y otros que los ignoran? ¿Por qué hay gente que lucha en contra y otros no? Me gustaría pensar que cualquier persona que se informara de la campaña sobre la pesca de arrastre se daría cuenta de lo que conlleva tener pescado en nuestros platos y en los supermercados.

Llevamos seis semanas embarcados para este objetivo. Hemos realizado varias acciones en contra de los arrastreros en el Atlántico Norte, ¿por qué a los barcos?...porque es donde empieza el problema. Estos barcos arrasan con el fondo marino, sin piedad, pescando cualquier especie, sea o no de su interés. Dejan desierto lo que podría estar lleno de vida y de ecosistemas diferentes.

Un desierto lleno de agua es el escenario de mi gran experiencia en el Arctic Sunrise. A veces, me siento pequeña cuando miro a mi alrededor y estamos rodeados de agua y sin horizonte alguno, pero a la vez muy grande por tener la oportunidad de estar ayudando en está campaña: Soy voluntaria del grupo local en Barcelona, y me embarqué como ayudante de cocina. Para mi, es una gran oportunidad conocer de cerca la vida a bordo y el trabajo en uno de los barcos de Greenpeace.

Los días vuelan; las tareas en la cocina empiezan temprano, ya que a las 12:00 horas se come y a las 18:00 empezamos a cenar. El día es muy intenso. Se mezclan un sin fin de nacionalidades para un mismo interés, desde ingenieros, marineros, campaigners, cocineros, etc... cada uno pone su granito para tirar adelante los objetivos.

La campaña es realmente interesante y, aquí, in situ estoy aprendiendo mucho mas de ella. Me parece gravísimo lo que está pasando con los arrastreros y que la gente de a pié no lo sepa, o simplemente lo ignore, acostumbrados a tenerlo todo en un supermercado. La mayoría ya no nos interesamos en saber qué estamos comiendo.

El problema de la pesca de arrastre es una cadena de intereses económicos, motivo por lo que la gente no llega a saber lo que esta pasando en nuestros mares. Seguro que si mucha gente viera en las condiciones en que se pesca, todas las negliciencias cometidas en alta mar y en cómo se manipulan los peces que luego nos comemos bien limpios, troceados y congelados, muchos se lo pensarían dos veces.

Nuestras acciones en alta mar han terminado, pero eso no significa que sea el fin del problema. Ahora toca seguir negocionando con pescadores y políticos, pero para mi lo más importante es seguir transmitiéndolo a la gente.

Las acciones más importantes son las que se realizan día a día, en el momento de ir a comprar, en la elección de nuestra dieta y en el consumismo en general. Es así como se darían cuenta todos los implicados en que no estamos de acuerdo con su formas de actuar y es allí donde se verían forzados a rectificar. Y ya no solo por salud nuestra si no a la vez para respetar y conservar una ecosistema único en nuestro planeta.

Muy temprano pisaré tierra llevándome recuerdos innolvidables. Echare en falta ese balanceo continuo para comer, a la hora de la ducha, para dormir....echare en falta los “wake up”, los simulacros, la gente, las películas....¡¡¡la cocina!!! y sobretodo los atardeceres, los cielos donde no caben las estrellas y como no a nuestros amigos viajeros los delfines!!
Y contenta me voy de haber formado parte de esta campaña y del trabajo realizado a bordo.

¡Aun así seguiré navegando aunque sea por tierra! Si somos capaces de percibir la belleza natural, quizás podamos conservarla.

A bordo del Arctic Sunrise Georgina Segarra, voluntaria de Greenpeace

- Vídeo desde la cocina del Arctic Sunrise
- Informe “Hasta que desaparezca el último pez: el absurdo modelo de la pesca de arrastre de profundidad”
- Más información sobre Pesca de arrastre
- Más información sobre Pesca sostenible