Hace ya unos días que por fin estoy navegando a bordo del barco de Greenpeace, Arctic Sunrise. Habíamos coincidido en varias ocasiones, pero siempre en puerto. De hecho fue dónde presentamos el primer ranking de supermercados en 2008. Pero nunca habíamos podido navegar juntas. Le tenía respeto, todo el mundo decía que se movía mucho, y es cierto, pero por ahora mi cuerpo se ha adaptado muy bien.

Estamos en el Atlántico Noreste siendo testigos de la actividad pesquera de arrastre de profundidad, un arte insostenible, destructivo y que constituye una de las mayores amenazas a la rica biodiversidad de las profundidades marinas. No es difícil de imaginar que allá en las profundidades todo ocurra más despacio, incluso el ciclo de vida. Pensemos en especies que podemos encontrar en nuestros platos, como las gallinetas y los fletanes. Ambas son especies de crecimiento lento y muy sensibles a la explotación pesquera. Las primeras necesitan entre 7 y 13 años para alcanzar la madurez y vivir entre los 50 y 75 años y los segundos necesitan entre 9 y 14 años para alcanzar la madurez. Además, según los científicos del CIEM, el 100% de las especies de profundidad capturadas en el Atlántico Noreste están sobreexplotadas. Todas estas estas cifras nos dicen mucho sobre qué podemos hacer los consumidores: evitar su consumo.

 

A pesar de que la industria pesquera española acusa a Greenpeace de cuestionar y denunciar sólo a ellos en nuestros informes y actividades, ayer volvimos a denunciar a la flota arrastrera francesa, segunda flota europea si hablamos de pesca de arrastre de profundidad. Se trataba del buque Roselend. Nuestros activistas unieron con una cuerda una balsa salvavidas a los cables que tiran de la red de arrastre para detener la operación de pesca. Seguir toda esta actividad desde el puente del Arctic Sunrise fue un privilegio, junto a mis compañeros de la oficina de Greenpeace Francia y el capitán Pete Willcox.

Desde Greenpeace seguiremos trabajando para conseguir una reforma de la Política Pesquera Común que gestione las pesquerías de una manera sostenible, que apoye al sector artesanal, que en España genera casi el 30% del empleo del sector pesquero español y que asegure un futuro para la pesca.

A bordo del Arctic Sunrise, Paloma Colmenarejo (@PalomaColme), responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace

- Informe “Hasta que desaparezca el último pez: el absurdo modelo de la pesca de arrastre de profundidad”
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- Web: Ranking de mercados pesqueros
- Ranking de mercados pesqueros 2010

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