Cada vez admiro más a los y las activistas de Greenpeace, la verdad, son muy valientes. Tras varios días navegando a bordo del Arctic Sunrise, encontramos un barco de arrastre francés en la zona Económica Exclusiva de Irlanda, el Pierre Jacques Matigny. En ese momento, la embarcación arrastraba a una profundidad de 1.000 metros. En esas aguas faenan tanto barcos españoles como franceses.

Los barcos arrastreros pescan cada vez más a una mayor profundidad debido a que han conseguido sobreexplotar ya las zonas más someras. En esta hondura marina, el medio ambiente es totalmente diferente y el hábitat y las especies son muy vulnerables a la pesca. De hecho, solo el 0.001% del lecho marino ha podido ser investigado. Los arrastreros tienen unas enormes redes cónicas que al abrirse pueden alcanzar el tamaño de un campo de fútbol; al ser lanzadas desde el barco destruyen todo lo que se encuentran en el camino. Este método de pesca es totalmente indiscriminado: entre el 30% y el 60% del contenido de la red se desperdicia, se vuelve a tirar una vez recogido en forma de descartes, muerto o moribundo.

La flota francesa tiene en estas aguas 25 barcos de arrastre de profundidad. En concreto, el barco arrastrero de profundidad Pierre Jacques Matigny pertenece a la cadena de supermercados Intermarché. Intermarché es una gran cadena de supermercados francesa que tiene su propia flota pesquera. Esta flota solo da empleo a 84 personas a bordo. Sin embargo la flota de Intermarché ha recibido 9,7 millones de euros de la Unión Europea y de Francia desde 1996 hasta 2008. Tienen siete arrastreros de profundidad con permisos oficiales para poder pescar especies de profundidad como la maruca, el granadero de roca y el pejesable negro.

Sobre las 11 de la mañana encontramos el Pierre Jacques Matigny. Nuestros activistas se prepararon concienzudamente para poder lanzarse al frío Atlántico e impedir esta pesquería. Las zodiacs acercaron a los activistas que ya en el agua se colocaron frente a la proa del barco para evitar su avance y pedir que parase la pesquería. Los activistas llevaban pancartas con los mensajes 'Stop sobrepesca' y 'Pesca destructiva'.

El Pierre Jacques Matigny ignoró totalmente nuestras peticiones a pesar de que nos pusimos en contacto con él para impedir que siguiese pescando y comentarle lo dañina de esta pesquería. Siguió con su ruta y pasó muy cerca de nuestros activistas; continuó con la destrucción del fondo marino.

 

Una cosa está clara, la futura Política Pesquera Común, que se encuentra en su proceso de reforma, debe cambiar el futuro de los océanos.  Para ello hay que acabar con la sobrecapacidad pesquera priorizando el desguace de los barcos más destructivos. Pesqueros franceses y españoles están destrozando las profundidades marinas y pescan sobre stocks sobreexplotados mientras sus gobiernos miran hacia otro lado. ¿Qué futuro nos espera?

Greenpeace quiere un futuro para los océanos y un cambio hacia una pesca más sostenible.

A bordo del barco de Greenpeace Arctic Sunrise, Celia Ojeda (@Celia_Ojeda), responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.

- Informe “Hasta que desaparezca el último pez: el absurdo modelo de la pesca de arrastre de profundidad”
- Más información sobre Pesca de arrastre
- Más información sobre Pesca sostenible

Post relacionados
- Post 26/10/2011: A bordo del Arctic Sunrise/ La mitad de mi vida en Greenpeace
- Post 19/10/2011: La pesca de arrastre en cifras
- Post 17/10/2011: Acción/ Activistas pintan barcos arrastreros para denunciar la sobreexplotación de los océanos
- Post 16/10/2011: Granjas de salmón ¡no gracias!
- Post 14/10/2011: Receta para el desastre: la pesca de arrastre
- Post 13/10/2011: Los pescadores hablan: ¿Qué es la pesca artesanal?
- Post 02/04/2011: Greenpeace escucha a los pescadores artesanales, ¿y el Gobierno?
- Post 16/11/2010: En Bruselas poniendo cara a la pesca artesanal