Magazine / diciembre 2012

Lo hicimos

© Greenpeace/ Pedro Armestre

Acción contra la pesca de arrastre en Tarragona

A mediados de octubre las zódiacs de Greenpeace volvieron al agua para denunciar uno de los problemas más acuciantes que sufren nuestros océanos: la pesca de arrastre. Así, un grupo de activistas interceptó un buque arrastrero frente a las costas de Tarragona para informar a su patrón de que el arte pesquera que utiliza causa graves impactos a la biodiversidad marina.

La sobrepesca es uno de los problemas más graves de los mares

Desde las embarcaciones mostraron varias pancartas en las que se leía “Arrastre = Destrucción” y “El arrastre no es pesca sostenible”, con los mensajes escritos en catalán, castellano e inglés. Durante unos minutos acompañaron el curso del barco que continuó sus labores de pesca a pesar de la presencia de los activistas.

Con esta acción Greenpeace puso de manifiesto que la sobrepesca es uno de los problemas más graves de los mares, y que detrás de ella están los barcos de arrastre, ya que la técnica de pesca que practican no permite realizar ningún tipo de selección en la captura, algo que genera numerosos descartes al pescar un gran número de especies para las que no se tiene cuota o no tienen valor comercial.

En España, el 80 % de la flota es artesanal, aunque recibe una mínima parte de los subsidios que llegan de Europa y de las administraciones nacionales y regionales, mientras que la mayor parte de estos fondos se destinan al sostenimiento de flotas destructivas como la de arrastre.

En España, el 80 % de la flota es artesanal, aunque recibe una mínima parte de los subsidios que llegan de Europa

Debido a que estos barcos avanzan arrastrando la red requieren una gran cantidad de combustible, que en buena medida es subvencionado con fondos públicos. Además, existen indicios que apuntan a que buena parte de los motores de este tipo de barcos estarían manipulados para alcanzar una mayor potencia y poder así capturar más pescado en menor tiempo.

Existen numerosos estudios que demuestran cómo la pesca de arrastre, en todas sus formas e independientemente del tamaño del buque, destruye de manera irreversible los fondos marinos generando auténticos desiertos bajo el agua, se dan casos en los que el impacto es tan grande que incluso está cambiado la orografía marina.

Tras la acción, numerosos de pescadores sostenibles comunicaron su apoyo a los activistas por haber denunciado un problema que ninguna administración parece dispuesta a solucionar.