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Contrabando de Caoba

Comunicado de prensa - mayo 18, 2004
Según fuentes del Servicio de Naturaleza y Pesca (Fish and Wildlife Service) de Estados Unidos, el 25% de las importaciones de caoba que entran en este país incumplen la Convención CITES sobre el comercio internacional de especies de flora y fauna amenazadas.

Protesta de activistas de Greenpeace ante el barco APL-Jade, que transportaba madera de talas ilegales

"En 1992 la mayoría de la madera brasileña exportada para Inglaterra provendrá en forma ilegal de reservas indígenas y biológicas. ... Los madereros no sólo están saqueando el bosque en estas áreas protegidas para suministrarle a usted cocinas y asientos para excusados: en muchos lugares también están matando a los indígenas".

José Lutzenberger, ex ministro para el medio ambiente en Brasil

Caoba: un lujo demasiado caro

La madera de caoba es la madera más apreciada del mundo. Las características de su madera- que va del color rojizo moderado a pardo rojizo claro, con olor escaso, textura homogénea, grano fino, fácil de trabajar, y con facilidad para tomar los barnices y ser pulida- han hecho de este árbol un objetivo codiciado.

La caoba, parece ser que da prestancia, estatus y un ambiente cálido a las estancias. Por este motivo es utilizada para la construcción naval, muebles de lujo, decoración de interiores, instrumentos musicales y científicos, esculturas, etc.

Pero tras más de cuatro siglos de explotación comercial, las poblaciones silvestres de esta especie están en peligro. La extracción de caoba en los bosques tropicales deja una importante factura social y ambiental. Para satisfacer el lujo de unos pocos se ponen en peligro culturas, economías y ecosistemas vitales para la vida en el planeta.

La caoba es cara..., pero a pesar de su elevado valor económico el precio final de un mueble de caoba no incluye las consecuencias ambientales y sociales, presentes y futuras de la destrucción de los bosques tropicales americanos.

Cada vez menos caoba

La caoba española, Swietenia mahogany, está confinada a las Islas de Cuba, Española, Jamaica, Bahamas, Islas Caimanes y punta de Florida (EEUU). La explotación comercial, más histórica e intensa que en el istmo y en la cuenca del Amazonas, ha reducido severamente el número y la calidad de los especimenes restantes, y es un ejemplo vivo de la extremada erosión genética debido a la explotación de sus mejores genotipos.

La caoba más común y con mayor área de distribución, la caoba de hoja ancha (Swietenia macrophylla), habita en las montañas del sur de México, Honduras, Belice, Nicaragua y Panamá, llegando hasta Venezuela, Colombia y la cuenca del río Amazonas, donde su área de distribución se extiende fundamentalmente por el sur de la misma.

Generalmente los árboles de caoba se encuentran ampliamente dispersos por el bosque, aunque la densidad varia según las zonas y tipo de alteración producido en el bosque natural. En bosques primarios de Brasil y Bolivia con presencia de caoba los ejemplares con valor comercial presentan una densidad promedio de 1 ó 2 árboles por hectárea. Pero se pueden encontrar zonas con sólo uno o dos árboles de caoba por km2 de bosque. En Brasil se calculó que la densidad de caoba puede ser de 1´0022 árboles por hectárea de bosque, con un promedio de 5´009 metros cúbicos de madera por árbol. Pero dado que las estimaciones de densidad de caoba proceden de zonas con altas concentraciones, a medida que se realizan más investigaciones las estimaciones medias de densidad van disminuyendo. Además las caobas no toleran la sombra, y no pueden regenerarse debajo del dosel forestal cerrado o envolvente.

La explotación de caoba como vía de destrucción del bosque amazónico

En la actualidad, la caoba obtenida mediante plantaciones representa un porcentaje muy pequeño de la madera que circula en los mercados internacionales. Prácticamente toda la caoba comercializada proviene de árboles extraídos en bosques primarios.

La creación de accesos y vías de saca para extraer la madera de caoba es el comienzo de una degradación ambiental que acaba transformando estos bosques vírgenes, en el mejor de los casos, en bosques secundarios. Los accesos son también utilizados por caucheros, colonos, mineros y cazadores. La extracción sistemática de una sola especie acaba por evitar su regeneración natural provocando su extinción en esa área. La selva se empobrece y la apertura del dosel forestal transforma las condiciones de humedad y temperatura del interior del bosque haciéndolo más vulnerable a los incendios.

Los efectos adversos de estas interrelaciones impactan directamente en las poblaciones de caoba, generando estímulos para la tala y alterando el potencial para su nuevo crecimiento.

La organización de las Naciones Unidad para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estimó que "la tala directa ocasiona el 10% de la deforestación tropical y facilita las pérdidas de bosque tropical procedentes de otras causas". Estimaciones más recientes elevan este porcentaje.

La tala ilegal de poblaciones naturales de S. macrophylla ha sido ampliamente documentada en parques nacionales, reservas forestales y tierras indígenas de varios países de centro y sur de América. Es muy difícil hacer una estimación sobre la magnitud del comercio ilegal, ya que la madera ilegal puede ser entremezclada con madera extraída legalmente. La demanda continua de esta madera preciosa, en combinación con los impedimentos a la imposición de la ley provenientes de obstáculos fiscales, corrupción y/o problemas logísticos, han dado lugar a un control inadecuado de la tala de S. macrophylla en muchas regiones. A pesar de la presencia de una gran cantidad de legislación local propia, gran parte del comercio de caoba de Centroamérica y Brasil proviene de fuentes ilegales.

En Brasil, las tierras destinadas a reservas de poblaciones indígenas, comprenden aproximadamente el 22.5% de la región de caoba y su tala está aumentando en estas áreas. El Dr. Sydney Possuelo, presidente de la Agencia Indígena Brasileña FUNAI y José Lutzenberger, anterior ministro para el medio ambiente en Brasil, han expresado su gran preocupación sobre los efectos adversos causados por el corte ilegal de caoba. Lutzenberger expuso en una carta abierta a los consumidores británicos de caoba lo siguiente:

"En Brasil el comercio de caoba y de otras maderas tropicales está fuera de control. En 1992 la mayoría de la madera brasileña exportada para Inglaterra provendrá en forma ilegal de reservas indígenas y biológicas. ... Los madereros no sólo están saqueando el bosque en estas áreas protegidas para suministrarle a usted cocinas y asientos para excusados: en muchos lugares también están matando a los indígenas".

En el estado brasileño de Rondonia, FUNATURA (1993), en un estudio encomendado por la ITTO, se descubrió que los madereros alteraban los inventarios forestales para obtener permisos legales para tala de caoba, una "fachada legal" que era después utilizada para legalizar cortes ilegales. Matricardi y Abdala estiman que el 90% de la producción de 1991 y 1992 en Rondonia provenía de reservas indígenas o áreas de conservación.

La protección de la caoba

La existencia de un tráfico ilícito de caoba llevó a la comunidad internacional a amparar esta especie bajo el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, conocido por las siglas CITES. La caoba de hoja ancha (Swietenia macrophylla) fue incluida en el Anexo III de dicho Convenio.

Según este acuerdo internacional, la exportación de caoba requiere de una concesión previa y presentación de un permiso de exportación por parte de la Autoridad Administrativa del Estado exportador. Asimismo, la importación de caoba exige la declaración y presentación de dicha documentación a la Autoridad Administrativa CITES del país receptor.

Greenpeace contra la tala y comercio ilegal de caoba

Greenpeace ha trabajado activamente para frenar el declive y las consecuencias derivadas de la explotación de la caoba.

En 1992, el presidente de Brasil decretó una moratoria de dos años para la extracción de esta madera. En 1994 propusimos la inclusión de Swietenia macrophylla en el Apéndice II del CITES para hacer más estricta su comercialización. Pero la presión nacional e internacional de la industria maderera ha retardado mucho tiempo los intentos de otorgar un mayor grado de control al comercio de esta caoba.

En un intento de parar la apertura de la selva tropical a cargo de los madereros de caoba, el Gobierno de Brasil estableció en 1996 una moratoria para nuevas concesiones de caoba. Pero según las investigaciones de Greenpeace muchas empresas han usando documentación falsa para justificar operaciones ilegales en zonas adyacentes a los territorios del pueblo Kayapó.

Entre octubre de 2000 y diciembre de 2001, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) requisó gran cantidad de caoba de origen ilegal (50.965 m3 de caoba en tronco y 3.540 m3 de caoba aserrada), con más de 60 delitos probados que han dado lugar a multas a empresas madereras por valor de más de 9 millones de Euros (mil seiscientos millones de pesetas).

El 26 de septiembre de 2001, Greenpeace presentó públicamente evidencias claras de la explotación ilegal de caoba en el corazón de la Amazonia Brasileña. Fotografías e imágenes de vídeo de un reconocimiento aéreo mostraron la sofisticación de las operaciones madereras ilegales en los territorios de los indios Kayapó, tierras donde está estrictamente prohibido talar. Imágenes de satélites obtenidas por Greenpeace también revelaron detalles de estas operaciones. Esta información fue entregada al Fiscal Federal de Brasil junto con la petición de una completa investigación al respecto.

Esta tala y comercio ilegal de caoba obligó al Gobierno Brasileño a tomar medidas drásticas. La explotación, transporte y comercialización de caoba brasileña fueron indefinidamente suspendidos en Brasil desde el 19 de Octubre de 2001, como consecuencia de la Instrucción Normativa 17 IN17 del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA), al mismo tiempo que reconocía la explotación irregular y el comercio ilegal de en Brasil.

Debido a esta instrucción normativa del IBAMA, el 26 de marzo de 2002 la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, mediante una Nota a las Autoridades CITES de los estados miembros, hizo llegar a los estados miembros la preocupación de la Secretaría CITES en torno a la falta de legalidad de las importaciones de Switenia macrophylla. La Comisión Europea recomendó entonces no aceptar las importaciones de caoba.

Contrabando de caoba en España

Ese mismo año, 2002, Greenpeace España puso en evidencia la fragilidad del sistema de control de CITES en España y pudo probar la entrada por los puertos españoles de partidas ilegales de caoba.

En mayo de 2002, Greenpeace denunció la existencia de una red de contrabando de caoba brasileña y entregó algunos documentos reveladores al Fiscal de Medio Ambiente de Madrid, Emilio Valerio. Según la documentación entregada por Greenpeace al Fiscal de Medio Ambiente de Madrid, en diciembre de 2000 el buque Laurita descargó en el Puerto de Valencia una partida de madera declarada como "cedro". Dicha madera era vendida por la empresa brasileña ADAIR COMERCIAL LTDA. (Belem, Brasil) a la empresa española COMADEX.

Según la documentación referida, la empresa exportadora brasileña explica en un fax que "por problemas internos del país, el MOGNO (caoba) es embarcado como cedro-KD". Como puede comprobarse en las dos facturas que acompañan la carta, que tienen números de factura 070/00 y 070-A/00, la Swietenia macrophylla ha sido sustituida por "cedro-kd". Al no haber sido declarada como tal, y, consiguientemente, sin permiso CITES, este hecho es constitutivo de un delito recogido en el artículo 332 del Código Penal.

Después de la acción de Miami, un respiro para los bosques y la caoba

En octubre de 2002, fecha en la que se produjo la protesta de Greenpeace USA en Miami contra la importación ilegal de caoba (Swietenia macrophylla), esta especie estaba recogida en el Anexo III del Convenio CITES. Acciones como esta de Greenpeace han servido para aumentar la protección de la caoba, además, por su trabajo en este campo, la organización ecologista ha recibido el elogio de la Unión europea y del Gobierno de Brasil... Y ahora una acusación del Gobierno de EEUU y la posibilidad de que la organización sea declarada "organización criminal" en este país en base a una "Ley contra los burdeles" de 1872 que sólo se ha utilizado dos veces en la historia, la última hace 100 años.

Pero, cuando Greenpeace realizó la acción de Miami, las evidencias sobre la falta de control de la tala y la probada existencia de mafias y redes de contrabando internacional de caoba señalaban la necesidad de aumentar el grado de protección de estas especie.

Finalmente, durante la duodécima reunión de la Conferencia de las Partes de la CITES (3-15 de noviembre de 2002) en Santiago de Chile, la caoba fue incluida en el Anexo II de dicho convenio, un anexo que la dota de una mayor protección.

Greenpeace tuvo mucho que ver en esta victoria para el medio ambiente.

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