Tras la campaña de Greenpeace, Nestlé dejará de utilizar aceite de palma procedente de la destrucción de los bosques tropicales para la elaboración de los famosas chocolatinas Kit Kat.

"En las redes sociales estamos aprendiendo sobre la marcha. Gracias por los comentarios".

Este fue el comentario que Nestlé dejaba el 19 de marzo en su página de fans en Facebook, tras tres días de asedio de miles de cibernautas. El comentario no duró mucho tiempo en la página, pero mostró las carencias de comunicación de la empresa, y dejó en evidencia a sus responsables tras el lanzamiento de la campaña de KitKat de Greenpeace.

La gestión de Nestlé ante esta campaña ha dado lugar a que multitud de blogs se refieran a la actuación de Nestlé como un ejemplo de lo que no hay que hacer para resolver una crisis en las redes sociales. Palabras como "desastre", "kitkatastrophe", "pesadilla" o "crisis" se repetían en cada artículo.

Pero, ¿qué han supuesto todos esos comentarios en Facebook para las selvas tropicales de Indonesia?

Los comentarios fueron el comienzo de una cadena de éxitos en la campaña. Los consumidores de Nestlé tuvieron una reacción fuerte y pidieron explicaciones acerca del origen de los productos que consumían. La presión provocó que la compañía se viera obligada a actuar. Se comprometieron a investigar sus cadenas de suministro y cancelar los contratos con las empresas cuyos productos (aceite de palma y pasta de papel) provenían de las selvas tropicales y turberas destruidas en Indonesia.

Aquí es donde el Grupo empresarial Sinar Mas entra en escena. Un conglomerado de empresas que destruyen áreas inmensas de selva tropical para la producción de aceite de palma y pasta y papel, y que era un proveedor directo e indirecto de Nestlé.

Estas regiones no sólo incluyen el hábitat del orangután y del tigre de Sumatra, ambas especies en peligro de extinción, sino también las turberas que son enormes depósitos de carbono natural. Puesto que ingentes cantidades de carbono se han acumulado en estas turberas a lo largo del tiempo, cuando son destruidas se libera a la atmósfera una gran cantidad de dióxido de carbono. Esto –unido a la alta tasa de deforestación– hace de  Indonesia el tercer país emisor de gases de efecto invernadero del planeta, precedido sólo por Estados Unidos y China.

Finalmente, Nestlé se comprometió a cancelar los contratos con el Grupo Sinar Mas.

Cuando aún no ha pasado mucho tiempo desde este éxito para el medio ambiente, Greenpeace ha lanzado un nuevo informe focalizado en Asia Pulp and Paper, una filial del Grupo Sinar Mas que está convirtiendo los bosques tropicales en papel. Empresas como Auchan o Burger King compran productos papeleros procedentes de APP.

La respuesta al informe no se hizo esperar –a los pocos días, algunas de las compañía citadas anunciaban la cancelación de contratos con Sinar Mas y al mismo tiempo la entidad financiera HSBC hacía público que había vendido sus acciones del Grupo Sinar Mas. El anuncio se produjo después de que voluntarios de Greenpeace de Reino Unido usaran técnicas de contrapublicidad contra HSBC, del tipo: “Cómo un banco invierte en la destrucción de la selva tropical y más de 10.000 personas se quejan directamente al banco por correo electrónico”.

¿Qué significa todo esto para la deforestación y la destrucción de las turberas en Indonesia? Significa un mayor control del Grupo Sinar Mas, más atención a la difícil situación de las selvas tropicales y turberas de Indonesia, y el aumento de la presión sobre el presidente de Indonesia, para que esté a la altura de sus compromisos de detener la deforestación, proteger las turberas para reducir las enormes emisiones de gases de efecto invernadero del país.

El Grupo Sinar Mas no es conocido fuera de Indonesia. No es una marca reconocida internacionalmente. No tiene una página activa en Facebook. No mantiene una política de transparencia, ni de publicar sus actividades y menos de mantener sus “compromisos” medioambientales, pero esta semana ha hecho pública una auditoría de un número limitado de sus muchas concesiones en Indonesia.

Esta auditoría es el resultado de nuestra campaña, y como esperábamos, el Grupo Sinar Mas no tiene nada nuevo que decir, es más, confirma todas las investigaciones y datos que hemos ido revelando. Siguen con sus promesas vacías de proteger el medio ambiente. Para creer este tipo de declaraciones deberían dejar de intentar lavar su imagen y empezar a aplicar políticas para detener la destrucción de las selvas tropicales y turberas de Indonesia. Hasta entonces este grupo empresarial seguirá siendo el gran destructor de las selvas tropicales de Indonesia y Greenpeace seguirá investigando y exponiendo sus malas prácticas e instará a otras compañías a cancelar los contratos, como ya han hecho Nestlé, Unilever o Kraft.

Más información: El fallido intento de Sinar Mas por lavar su imagen (/espana/es/Blog/el-fallido-intento-de-sinar-mas-por-lavar-su-/blog/29015)

Miguel Ángel Soto, campaña de Bosques