Magazine / abril 2016

¿Por qué están muriendo las abejas?

© Greenpeace/ Alejandro Llop

La primavera está llenando la naturaleza de sol y colores, pero está siendo realmente sombría para las abejas que hay en nuestros campos. Salen de la colmena y tras unas horas vuelven a ella para morir. Para decenas de apicultores la imagen se repite: puñados de abejas muertas a las puertas de sus colmenas. Las comunidades autónomas que se están viendo más afectadas son Valencia, Murcia y Andalucía.

Pero, ¿por qué estas muertes? En gran parte se está debiendo a que durante la floración de los frutales (periodo en el que las abejas acuden a recoger polen) se están usando plaguicidas que causan envenenamientos constantes de estos insectos y de muchos otros polinizadores. Todo, pese a los avisos de las administraciones sobre el grave peligro para las abejas que representa el uso de estos productos tóxicos. Desde el 1 de enero de 2014 todas las explotaciones de la Unión Europea (UE) tienen que cumplir con los principios de la Gestión Integrada de Plagas, que indican que se debe dar prioridad siempre a los métodos no químicos para luchar contra las plagas con el objetivo de proteger el medio ambiente y la salud humana. Por otro lado, desde las autoridades autonómicas se emiten avisos para que no se usen productos fitosanitarios durante la floración y hay algunos que incluso están prohibidos utilizarlos durante la floración.

Sin embargo, el interés de vender este tipo de productos por los grandes fabricantes y las casas comerciales, un mal asesoramiento al sector agrícola y un escaso o nulo control por parte de las autoridades locales originan estos dantescos espectáculos cada año.
Ante esta situación solo hay una solución. Las autoridades competentes deben extremar los controles para que no se sigan aplicando estos productos. En segundo lugar se debe poner en marcha un plan de acción integral para salvar a las abejas y otros insectos polinizadores que contemple un calendario claro para la eliminación de los productos peligrosos para las abejas, empezando por los más dañinos (en España están autorizados más de 300 insecticidas en cuya ficha de registro indica que son peligrosos, incluso algunos muy peligrosos, para las abejas). Por último, se debe apostar decididamente por la agricultura ecológica, la única solución de futuro.

Abejas y humanos, firman juntos

“Cuando vemos esta masacre de abejas se nos rompe el corazón”, ha afirmado Luís Ferreirim responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace España. “Aquí no se puede negar la evidencia y esto es solo la parte visible del problema. Las abejas y otros insectos polinizadores se están muriendo y son los plaguicidas utilizados en la agricultura industrial lo que las está matando”, ha concluido. Por eso todo esfuerzo es poco para salvar a las abejas y estas nos han ayudado en nuestra última campaña para protegerlas: han firmado con nosotros. Con un software hemos registrado los movimientos de estos insectos a tiempo real y hemos convertido sus vuelos en firmas. Las rutas de estos insectos han resultado ser elegantes líneas vectorizadas. Además a través de un brazo robot, que en tiempo real pintaba con tinta y pincel las firmas, se han plasmado 100 de ellas en láminas, que más adelante formarán parte de una exposición.

De esta manera hemos conseguido que casi 250.000 abejas y personas firmen una petición contra los plaguicidas y a favor de la agricultura ecológica bajo el concepto “Su futuro también es el nuestro”. “Personas y abejas estamos juntos en esto. Es una lucha común”, ha explicado Ferreirim, “Después de observar la belleza del vuelo de las abejas y con la ayuda de una gente y una tecnología extraordinaria, capturamos su vuelo y lo transformamos en firmas distintas, que son a la vez auténticas obras de arte”.

Si quieres tu pequeña obra de arte entra en
https://salvalasabejas.greenpeace.es y al completar la petición tu firma se asociará a la de una abeja y tendrás una imagen de la firma para descargar y compartir en tus redes sociales.

El declive de las abejas
2016, año clave

Greenpeace lleva años trabajando para que la sociedad y los políticos entiendan la importancia que tienen las abejas y otros polinizadores para los ecosistemas y para la seguridad alimentaria, apoyando la agricultura ecológica como única solución de futuro. Las abejas tienen una función vital y el declive de sus poblaciones afectaría al 70% de los principales cultivos de la agricultura española.

Las abejas se enfrentan a muchas amenazas y 2016 es un año clave para ellas. En 2013, después de casi 20 años de denuncias, se dio un paso de gigante y se prohibieron en la UE cuatro plaguicidas demostradamente peligrosos para ellas. Sin embargo, estas prohibiciones son parciales y no se aplican a todos los usos. A finales de 2015 tendría que haberse revisado la nueva información científica y decidir qué hacer con las prohibiciones. Esta decisión se tomará finalmente en enero de 2017, por lo que este año es fundamental para trasladar al nuevo Gobierno la presión de cientos de miles de personas para que entiendan que debemos seguir protegiendo a las abejas y el resto de polinizadores. Por eso las prohibiciones deben ser totales y ampliarse a otros plaguicidas. Junto a ti seguiremos con nuestra lucha.

Mónica Ortega
Responsable de Comunicación
@_MonicaOrtega_