1 Con tu alimentación puedes ahorrar agua. Elige lo local y de temporada. Los productos procesados requieren gran cantidad de agua en su elaboración. Comiendo menos carne también ahorras agua ya que la ganadería consume enormes cantidades para pastos. Solo un filete de ternera necesita 7.000 litros de agua para estar en tu plato.
2 Dúchate en vez de darte un baño. Cierra el grifo mientras te enjabonas. Reduce el tiempo de tu ducha y ahorra con ello cientos de litros de agua al mes.
3 Recoge el agua fría que malgastamos hasta que sale caliente en dispositivos diseñados para ello o en un balde. Utilízala para regar las plantas, dar de beber a tu mascota, limpiar, realizar descargas en el váter…
4 Utiliza electrodomésticos eficientes (tipo A+++). Ahorran energía y agua. Buenos para el medio ambiente y nuestros bolsillos.
5 Pon economizadores de agua en tus grifos. Son fáciles de encontrar y colocar y ahorran hasta un 50% de agua sin que lo notes.
6 No arrojes aceite, líquido de frenos o anticongelante al desagüe. Son sustancias muy contaminantes que terminan en ríos y mares. Busca contenedores de recogida de aceite usado o acude al punto limpio más próximo.
7 Utiliza detergente biodegradable (sin fosfatos), bicarbonato o vinagre para lavar. Pon la lavadora y el lavavajillas con la carga completa.
8 Si tienes o cuidas de un jardín es importante que lo limpies de plantas invasivas porque estas compiten con otras plantas por abono, luz y agua. Usa fertilizantes orgánicos y naturales, ahorras agua sin contaminar la tierra.
9 Reduce. Reutiliza. Recicla. El plástico de nuestros alimentos, cosméticos y ropa acaba cada año en cantidades masivas en los océanos y ríos. No desaparece, impacta en las especies que viven en el medio acuático y se incorpora a la cadena alimenticia. Evita que los océanos se llenen de plástico.
10 Evita comprar agua embotellada. Una botella de agua mineral de 1 litro requiere 5 litros de agua en su proceso de fabricación (incluida el agua de refrigeración de la planta de producción eléctrica). Bebe agua del grifo, en España el 99,3% es potable.