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Greenpeace culmina su proyecto de pintar soles gigantes en siete ciudades europeas en favor de las renovables

Comunicado de prensa - octubre 10, 2017
• La organización ecologista pide a la UE y al Gobierno español que apuesten por una Europa 100% renovable y abandonen los combustibles fósiles

Greenpeace ha culminado el proyecto de convertir siete ciudades de la Unión Europea, incluida la capital comunitaria Bruselas, en soles gigantes que simbolizan el Acuerdo de París, con el objetivo de pedir a la Unión Europea y a los Gobiernos nacionales que pongan todo su apoyo en las energías renovables y abandonen los combustibles fósiles.

En la acción de Greenpeace a escala europea decenas de activistas han convertido espacios públicos emblemáticos en soles gigantes, desde Barcelona (el pasado mes de junio) hasta Bruselas, pasando por Zadar (Croacia), Budapest (Hungría), Lubiana (Eslovenia), Pernik (Bulgaria) y Sibiu (Rumanía). Ver video aquí. La organización ecologista pretende recordar a las instituciones europeas y a los Estados de la Unión que es hora de cumplir con los compromisos adquiridos en 2015 en París y hacer frente al cambio climático.

"Europa está revisando su política energética y España se está posicionando muy claramente en contra del desarrollo de las energías renovables en manos de la ciudadanía y en favor de los intereses de las grandes eléctricas y sus centrales contaminantes. Justo lo contrario de lo que hace falta para salvar el clima", ha declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de energías renovables de Greenpeace.

Actualmente la UE está decidiendo el futuro de su sistema energético mediante la revisión de una amplia legislación que abarca la política de energía renovable, los subsidios a los combustibles fósiles y el diseño del mercado eléctrico europeo. Sin embargo, mientras la Agencia Estatal de Meteorología explica que el verano de 2017 batió récord en los últimos 42 años con 5 olas de calor, la posición del Gobierno español en las negociaciones europeas indican claramente que éste no tiene ninguna intención de que tanto particulares, las cooperativas y las pequeñas empresas puedan tomar parte en la revolución energética, produciendo electricidad a partir del viento, el agua y la luz solar. Al contrario, sigue defendiendo que se mantengan las ayudas a las fuentes más contaminantes de energía, como el carbón.

Greenpeace pide a las instituciones europeas y al Gobierno español que abran el sistema eléctrico a la ciudadanía y que dejen de proteger los intereses de unas pocas grandes corporaciones y sus inversiones en combustibles sucios como el carbón.

El Comité de Energía del Parlamento Europeo votará el próximo 28 de noviembre sobre los planes políticos para las energías renovables y el 11 de diciembre sobre la reforma de las normas del mercado europeo de la electricidad. El pleno del Parlamento Europeo decidirá sobre todo el paquete de la política energética europea para 2030 a principios de 2018. Los ministros de Energía de todos los países de la UE también se reunirán el 18 de diciembre para llegar a un acuerdo preliminar sobre las reformas previstas, en preparación de las negociaciones con el Parlamento y la Comisión europeos que seguirán la votación del pleno del Parlamento Europeo.

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