El Arctic Sunrise fue recibido en Dakar por una flotilla de más de cincuenta pescadores artesanales a bordo de sus embarcaciones. Con esta bienvenida, Greenpeace y el colectivo denuncian la difícil situación de los pescadores senegaleses cuyos recursos están siendo saqueados por flotas extranjeras.

"Los recursos pesqueros de África están siendo sobreexplotados y la situación se ve agravada por los grandes arrastreros industriales procedentes de otros países, que están esquilmando las aguas de Senegal", ha declarado Celia Ojeda, responsable de Océanos de Greenpeace.

Después de sobreexplotar las poblaciones de peces en sus aguas territoriales, las flotas  europeas, rusas y asiáticas han trasladado desde hace décadas su presión pesquera a las aguas de los países de África Occidental, entre ellos Senegal.

Estas flotas saquean sus stocks pesqueros y comprometen así la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las comunidades costeras, dependientes de la pesca artesanal desde hace siglos. Las grandes flotas industriales capturan, procesan y congelan a bordo, con pocos o ningún beneficio para los mercados locales.

La comunidad científica reconoce, por su parte, que la capacidad de los stocks debe reducirse para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los recursos marinos de África Occidental.

"Los pescadores senegaleses ven reducidas sus capturas debido a la competencia con los grandes barcos extranjeros", añade Ojeda. “Greenpeace trabaja para que la reforma de la Política Pesquera Común acabe con la sobrepesca y la sobreexplotación de los océanos. La exportación de la capacidad pesquera a otros países no es el remedio: la solución pasa por fomentar la pesca artesanal”.

Greenpeace demanda que la futura reforma de la Política Pesquera Común establezca criterios claros para una economía pesquera basada en la sostenibilidad, que defienda la pesca artesanal y luche contra la sobrecapacidad pesquera y la pesca ilegal.