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Hansa Urbana, protagonista del ladrillazo

Página - noviembre 4, 2010
La empresa Hansa Urbana se dedica desde hace veinte años a la construcción y el negocio inmobiliario. En su propiedad participan la familia Gálea y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) que tiene el 24% del capital.

Parque Nacional Cabo Pulmo, Baja California. México. © Octavio A. Oropeza.

Hansa Urbana ha desarrollado numerosos proyectos en España, entre ellos el de Novo Carthago, ahora paralizado. El proyecto, ubicado en Murcia, prevé construir más de 5.000 viviendas, dos campos de golf y varios hoteles. Sin embargo, en la actualidad se encuentra paralizado debido a varias razones: la crisis económica, un grave problema de contaminación del territorio por residuos mineros (que deben ser limpiados íntegramente antes de comenzar a construir) y un recurso jurídico interpuesto por una organización ecologista local, ANSE.

Hansa Urbana es un ejemplo claro de las empresas del sector inmobiliario y turístico, que se lucraron con el boom inmobiliario de los últimos años aun a costa de despreciar los impactos de sus actividades en términos sociales y medioambientales. Ahora que el modelo se agotó en España, pretenden exportarlo a otros países donde todavía quedan zonas vírgenes y paisajes que esquilmar. Esto no puede tolerarse.

Greenpeace México ha denunciado durante años un modelo de turismo masivo y depredador, que ha causado la destrucción de manglares (como en el caso de Cancún), la contaminación masiva de la costa y su masificación, a cambio de beneficios de corto plazo y sin internalizar los costes sociales y medioambientales que tiene.

Greenpeace España también ha denunciado que el boom inmobiliario y turístico en España ha causado graves problemas de construcción masiva de la costa, contaminación y masificación, además de corrupción política asociada al urbanismo. En 2010, hemos denunciado que, desde hace 20 años, en España se ha destruido la costa a un ritmo equivalente a 8 campos de fútbol al día.